EL TRABAJO ES NOCIVO
Me hago una pregunta, tal vez ociosa, pero van varias veces que me la planteo: ¿por qué se muere la gente útil, los que producen, los que sirven a la sociedad y los inútiles son asombrosamente longevos…?
Y me volví a plantear la pregunta porque hace unos días, a lo lejos, ví a un señor que desde que yo era niño (y de eso ya llovió y hasta granizó) era un perfecto inútil, un zángano… un güevón tamaño caguama, para no andar con rodeos…
Me llamó mucho la atención pues no solamente aún vive, sino aprecié su excelente estado físico, aunque sea así, nomás a simple vista…
Y la neta es que me dio un poco de coraje pues pensé en tanta gente útil, trabajadora y sacrificada, que se ha muerto de unos años para acá, en tanto que este tipo goza de cabal salud…
No es que le desee la muerte, eso sería insano, sino que da “muína” saber que mucha gente se enferma por estarse partiendo la madre todos los días detrás de un mostrador, en una oficina, en un aula, en la calle ofreciendo sus productos, manejando taxis o combis, en fin, trabajando para ganarse la vida…
Y esa entrega al trabajo para satisfacer las necesidades de su familia es lo que los enferma y van perdiendo la salud hasta acabarse…
En cambio gente como la que le platico, viven la vida sin preocupaciones, sin que nada los angustie, sin que nada les quite el sueño y seguramente por eso es que logran conservarse enteros…
Luego entonces, el trabajo es nocivo para la salud. Ser güevón y desobligado es lo que conserva la vida, ni modo…
Es todo. héctor garcía alvarez
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