HISTORIA
Anécdota hermosa:
Un hombre con muchos años de casado es impulsado por su esposa para que salga a pasear con su mamá. El llama a su madre y quedan de ir a cenar y luego al cine…
El hombre pasa por su madre, que la espera ya muy arregladita
y lista…
Después de años de no estar a solas con ella, de no platicar
con su madre, hay muchas cosas que contar, muchas más que recordar. Hablar de
su padre ya muerto hace años y reirse de las anécdotas vividas en familia…
Son tan gratos los momentos que viven madre e hijo solos,
sin quien interrumpa su convivencia, sin quien los moleste, que se les pasa el
tiempo volando y pierden la función de cine, pero salen contentos, quedando de
repetir la reunión en fecha próxima, pero sin fijarla, queriendo que se repita
la espontaneidad de esta vez…
A los pocos días, la señora muere por un infarto y aquel
proyecto de acercamiento queda trunco. Pasan los días y el hombre recibe en su
casa un sobre. Es una carta de su mamá que incluye el comprobante de pago de
una cena para dos personas en el mismo restaurante al que él la llevó…
“…sabía que no se iba a repetir la oportunidad y quiero que
lleves a cenar a tu esposa. Jamás podrás imaginarte lo que aquella noche
significó para mí. Te ama… Tu Mamá…”
¿Hermosa historia? ¿nó? Por eso es que muchas veces he dicho
a quienes tienen la dicha de tener viva a su mamá, a su papá o a los dos:
disfrútenlos. No sabemos si es la última vez que estaremos con ellos…
Es todo. héctor garcía alvarez
Gaaachoo, ese es un atentado contra los corazones de polloooooo sniiifffffff sniiiffffff.
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