COMETAS
He visto “cometas” en nuestro cielo capitalino…
¿Recuerdan haber jugado volando una cometa? Eran aquellos tiempos en que no existía el nintendo, el play estesion, ni el ecs-bocs que amarran a los chamacos a un asiento…
Pero no oxigenan los pulmones, no hacen ejercicio corriendo, no sudan sabroso y nomás se ponen nalgones y se vuelven güevones del cerebro pues no razonan, solamente acatan las reglas de cada juego…
En cambio nosotros, en esa época, nos esforzábamos para fabricar cometas o papalotes caseros, con ramas secas y papel de china y los riquillos las compraban hechas, muy bonitas, de varias formas…
Pero a la hora de hacerlas volar, ricos y pobres tenían que entrarle al ejercicio corriendo de un lado para otro, a la inventiva, a la diversión sana al aire libre…
Había quien ataba navajas de afeitar a la “cola” del cometa, con el fin de jugar “guerras” contra otro volador de cometa, ya que se acercaban los papalotes y con las navajas de las colas se trataba de romperle la cuerda al otro para que perdiera su juguete…
Era divertido, se participaba con amigos y amigas para ver quién lograba levantar más alto su papalote. Hoy los chamacos están oxidándose con tanto juego electrónico. Inclusive hay uno nuevo que se llama “güi” que ya incorpora movimiento físico de brazos y piernas para mover muñecos pero nada comparable con volar una cometa…
¿Será que ya no estoy pollón…?
Es todo. héctor garcía alvarez
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