MARIPOSA
Muchos padres nos equivocamos al estar resolviendo uno tras otro, los problemas que se presentan a nuestros hijos…
Los hacemos inútiles…
Existe por ahí una narración sobre una oruga en proceso de convertirse en mariposa…
Dice que una persona observaba el capullo o crisálida y veía que la mariposa luchaba por salirse por una pequeña abertura…
Por más esfuerzos, la mariposa daba la impresión de que no lograría salir y se quedaría ahí atrapada. Acomedido, decidió ayudar a la mariposa y cuidadosamente ensanchó la abertura. Casi de inmediato la mariposa salió, pero no pudo volar y cayó al suelo…
La recogió pensando en que en breve iniciaría su vuelo. Pero no sucedió. El acomedido ignoraba que los esfuerzos que realiza la mariposa para salir sirven para que su organismo distribuya los fluidos necesarios a sus patas y a sus alas para hacerlos fuertes. Al no realizar esos esfuerzos, no se desarrollaron sus miembros sanamente y era casi una inválida…
Lo anterior nos ilustra que al estar resolviendo una y otra vez los problemas que atacan a nuestros hijos, los estamos privando de los esfuerzos que deben hacer para fortalecerse, para adquirir para caerse y levantarse solos…
Aunque sea tarde, hay que dejarlos, hay que hacerse a un lado para que se enfrenten a la vida y aprendan que nada perdona, que la competencia en la calle es enorme, que las oportunidades son escasas y a veces nulas, que deben prepararse para vivir su vida, no la nuestra….
Es todo. héctor garcía alvarez
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