UN MINUTO...

 RENGO

Hace tiempo les platiqué que bailando el son guerrerense llamado “La Iguana”, me lesioné la rodilla izquierda y pasaron muchos meses para que dejara de caminar “chocante” o de plano muy joto…

Para los lectores que no saben bien como es esa danza, les diré brevemente que en una parte del baile folclórico, el hombre se tira al suelo e imitando a una iguana, corretea a la mujer simulando querer morderla…

Hay que tener una excelente condición física para ejecutar ese baile o estar bien “Pericles” y la verdad es que yo no tengo nada de condición física…

Pero bueno, se me alivió la lesión  y apenas caminaba como machito cuando ahí voy en otra fiesta a bailar La Iguana. Ahora sí quedé tirado en la pista como lagartija muerta pues aparte de la rodilla me lastimé un tobillo y la muñeca. Todo  fue del lado izquierdo por lo que presumo que ese lado es mi lado jodido…

Ya andaba de alivio cuando se me ocurre saltar una barda de piedra. Tomé carrera, brinqué, pasé la pierna derecha, pasé el cuerpo, pero se quedó en la barda la rodilla izquierda…

Nomás se me rodaron las lágrimas del dolor y sangraba profusamente por una herida en el centro de la rodilla. Ahora sí quedé “rengo”…

Ya a la fecha camino bien y la herida sanó, pero dos cosas son seguro. Una es que no volveré a bailar La Iguana y la otra es que debo aceptar que estoy pollón  nada más del corazón, y más bien a la fecha soy  “pollosaurio”. ¡Ya ni brincar decentemente puedo…!


     Es todo.               héctor garcía alvarez

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