UN MINUTO...

 ZAPATOS

Muy bien que me he de ver con los zapatos negros mostrando hoyos en la suela del tamaño de una moneda de diez pesos…

¡Qué vergüenza…!

Debería dejar los vicios tan feos como es el chupe y fumar, para ahorrar unos centavitos y tener para comprarme zapatos…

La pura verdad es que desde hace como un mes que tengo zapatos nuevos, unos “Flexi” que me gustaron y los compré a pesar de que tienen suela de hule y luego con los calores, huelen los pies a a queso añejo o a “lión” correteado, pero al cabo que ahorita hace frío y estaban bien  baratos…

La cosa es que los zapatos nuevos me “aprietan”. No me “aprietan” en el sentido de que me vea  más “prieto”, mejor diré que me lastiman y como hacemos muchos, me negaba a dejar la comodidad de los zapatos viejos que se sienten bien ricos, pues ya se ablandaron con el uso…

Pero ahí me tiene Usted en Monterrey, en la ceremonia de Graduación de un amigo que acabó su carrera de médico, yo muy “mono” de traje obscuro, elegante camisa azul con corbata del mismo tono y rayas blancas.. ¡y mis dos zapatos con hoyos en la suela…!

Desde unos días antes, cuando pisaba algo con punta o piedritas, como  que “sentía” que la suela ya estaba muy delgada. No sentía con la suela, sino con el calcetín. Pero ya los tiré y aunque “me aprieten”, ya estoy usando los nuevos…

Bien afirman mis hijas que:  ¡Nunca figuraré en sociedad…!

Es todo.               héctor garcía alvarez

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