Llega la tortuga laúd a playas mexicanas

ACAPULCO, GRO.- La casi extinta especie de tortuga laúd del Pacífico mexicano, ha iniciado su arribo para la temporada 2009-2010, a litorales de Baja California Sur, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, informó a la organización ambiental COSTA Salvaje A. C., Laura Sarti Martínez, titular del Proyecto Laúd de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas CONANP.
“Ya iniciaron los arribos de laúd en varias playas del Pacífico mexicano y estamos en espera de los reportes de los campamentos tortugueros sobre el número de nidos y ejemplares que se vayan registrando durante la temporada 2009-2010”, explicó Sarti Martínez.

LLEGA LAÚD A GUERRERO
En tanto, Miguel Ángel Licea González de la Región Frontera Sur Istmo, Pacífico Sur de la CONANP, informó a COSTASALVAjE A. C. que al menos 40 nidos de tortugas marinas de la especie laúd, en estas primeras semanas de la temporada 2009-2010, han sido depositados en playas de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca.
Las tortugas laúd o garapacho cuyo nombre científico es Dermochelys olivacea, han depositado 20 nidos en Barra de la Cruz y uno más en la playa Cahuitán en el estado de Oaxaca, ambos campamentos a cargo del Centro Mexicano de la Tortuga dependiente de la CONANP.
Mientras que en distintas playas de la Costa Chica de Guerrero y Playa Diamante, Acapulco, la CONANP ha registrado un total de 18 nidos de tortugas laúd en las últimas fechas.
Entre estos, 12 nidos de laúd en el Santuario de Tierra Colorada, Cuajinicuilapa; 2 nidos en el campamento “Déjame Llegar al Mar” en San Marcos; otro en Pico del Monte, Cruz Grande; uno en Playa Ventura, Copala; otro en La Bocana, Municipio de Marquelia y uno más en el campamento “Playa Hermosa” de Mónica Vallarino en Playa Diamante, Acapulco, precisó Licea González.
Otros campamentos a cargo de la CONANP como Mexiquillo en Michoacán, así como Agua Blanca en Todos Santos, Baja California Sur, han iniciado operaciones para tratar de proteger el cien por ciento de los nidos depositados por la tortuga marina laúd, la más grande del planeta.
La playa de Agua Blanca en Todos Santos, Baja California Sur, mantiene en invierno, bajas temperaturas de 22 grados centígrados, lo que evita que los embriones de laúd se desarrollen y mueren sin alguna posibilidad de eclosionar y convertirse en tortuguitas.
Por lo anterior, la bióloga Elizabeth González Payán, de Asupmatoma A. C. y la asociación Todos Tortugueros, han instalado en la playa Agua Blanca en Baja California Sur, una cámara de incubación con mantos de plástico transparente en cuyo interior son reubicados los nidos de tortuga laúd, logrando temperaturas superiores a los 26 grados centígrados y provocar con esa técnica, el nacimiento de tortuguitas laúd con eclosiones exitosas hasta en un 60 por ciento de los nidos.
Natalia Parra del Ángel, Coordinadora Regional Pacífico Sur, llamó a participar en la protección y conservación de las tortugas laúd con el cumplimiento de las distintas normas oficiales mexicanas previstas en la legislación para evitar que las embarcaciones las dañen con sus redes y palangres de pesca, así como el saqueo de sus nidos y la matanza de hembras anidaderas en la costa y mantener limpias las playas para evitar que la ingesta de plásticos cauce la muerte a las tortugas marinas en peligro crítico de extinción.
“Las laúd, son las tortugas marinas más grandes del mundo y llegan a medir hasta 2 metros de longitud y a pesar casi media tonelada, son básicas en el equilibrio marino, pues, entre otras de sus actividades, a diario consume varios cientos de kilos de medusas o aguas malas que además de causar lesiones en la piel a los seres humanos, se alimentan de larvas de peces, reduciendo la producción pesquera en nuestros mares y esas poblaciones de medusas son reguladas por tortugas marinas como la laúd y la golfina”, señaló Parra del Ángel.
La temporada de arribo de la tortuga laúd en México es considerada oficialmente del mes de noviembre a marzo y de 144 playas situadas en el Pacífico mexicano, solo un puñado son las preferidas por las laúd para depositar sus nidos, los cuales en la década de los 80 se llegaron a detectar 10 mil nidos en el Pacífico mexicano y para la temporada 2008-2009, el número de nidos depositados en esas playas mexicanas no rebasó los 400.