PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

LOS ÚLTIMOS, SERÁN LOS PRIMEROS

Y la Policía, siempre en Vigilia…

Abrumados por la avalancha de noticias deprimentes que abaten el espíritu, debilitan la esperanza, y nos tienen atrapados en el proceloso pantano de la inmovilidad, contenido del procaz insulto, entre otros muchos infundios, del presidente de la mesa directiva dela Cámara de Diputados Francisco Ramírez Acuña quien seguramente se refirió a los “chayotitos” sobornadores no comprobados de algunos periodistas y no a los “chayototes” gigantes a televisoras o poderosos medios – empresas corporativas, o la fallida guerra contra el narco provocadora de ocultada guerra de guerrillas, o a los discursos triunfalistas, o a los aumentos en cascada por gasolinazos, el gas, el transporte, etc., o a la burla de partidos políticos con diputadas intercambiables;… cuando nos encontramos de pronto con el drama de los olvidados casi 40 mil policías auxiliares capitalinos y su lucha perdida por reivindicar su histórica corporación. Algunos de estos desarrapados uniformados como muchos del país (porque a unos sólo les entregan un uniforme al año) en tanto que a los disciplinados dos, cuentan que desde tiempos inmemoriales la discriminación que padecen desde que fueron incorporados a la Secretaría de Seguridad Pública, en lugar de beneficiarlos los convirtió en “mil usos” al gusto de los jefes que, lo mismo los mandan de veladores de residencias de políticos, consentidos funcionarios o particulares, que de granaderos para enfrentar manifestaciones, cuidadores de familias adineradas oficiales o no, empleados de seguridad o porteros de bancos, tiendas, instituciones públicas, fábricas, etc., etc., pro eso si, todas facturadas a precios de los que les toca una mínima parte.
Lo desagradable de esta dualidad de funciones los tiene permanentemente confundidos, pues resulta que sus jefes que son muchos, los utilizan lo mismo para un quemado que para un cocido, y así no saben si son miembros de una corporación policíaca al servicio de la sociedad o empleados de una empresa corporativa y eso sí, cuando les conviene les aplican rigurosamente el reglamento, pero cuando no, se olvidan de las prestaciones que les corresponden como elementos de la S.S.P. ni les igualan el salario, lejano del que reciben los policías preventivo, los de “seguridad ciudadana” (los grises) o de la Bancaría e Industrial.
Estos “patitos feos” azules, aseguran que los han denunciado algunos de las varias organizaciones que se han formado en desesperado afán de hacer valer sus derechos y por la indefensión en que se encuentran cuando son remitidos a la malhadada Comisión de Honor y Justicia (verdadera inquisición, dicen), pero nada ha cambiado en la corporación ahora dirigida por el experimentado licenciado Américo I. Meléndez Reyna y si han sido olímpicamente ignorados, ya no de democratizar la corporación con la elección democrática de las decenas de comandantes y jefes de los 20 Agrupamientos de los 26 que debería haber, sino siquiera acabar con las injusticias salariales y de prestaciones, así como de abusos y arbitrariedades de los jefes que, a la menor protesta por el robo de salarios, los remiten al “tribunal de honor” o los cesan aplicando la carta de “renuncia voluntaria” que les hacen firmar cuando los dan de alta.
Se habla de que en la policía auxiliar se presta para hacer docenas de “negocios” turbios que nadie fiscaliza porque todo queda en “petit comité”. A los casi 40 mil elementos de la corporación se les aplican, por ejemplo, “comisiones” como de ir de vigilancia al estadio “Azteca” cada que hay eventos, futbol, etc., o al “Azul”, Plaza de Toros, en fin; aún después de cumplir un turno de 24 horas de guardia en alguna institución, pero lo peor es que al llegar el cobro encuentran que les esquilmaron el pago de dobles turnos y hasta las inconstitucionales triples que les asignan y, cuando reclaman, se tienen que aguantar con promesas quiméricas y mentirosas, so pena de ir al banquillo de la suspensión o el despido.
Aseguran que esto es posible porque los comandantes de destacamento tienen facultades para el manejo de turnos a su albedrio y pueden aplicar algunos a “fantasmas” que los cobran porque el jefe de Agrupamiento dispone la emisión de cheques de pago, por lo que probarlo no es nada fácil porque no se sabe si algo llega más “arriba”, pues a la fecha el avezado director de la corporación, licenciado Américo I. Meléndez parece ignorarlo, y cuando se lo quisieron hacer saber; Roberto Guzmán, dirigente de auxiliares inconformes dijo que primero los recibió y hasta les dio cita para determinar puntos oscuros, pero los dejó colgados y ya!..A lo mejor así acostumbra, digo…

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