PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

Guerra Fratricida de Venganzas...

Sobre Advertencia, no hay Engaño….
Los sangrientos hechos de los últimos años que impactan en todo México, representan, en versiones a veces inverosímiles que convergen entre la fantasía y la cruda realidad que nos conduce a la presencia inevitable de un temario de guerra, pero no nada más contra el narcotráfico y la delincuencia organizada por consecuencia, sino a una horrenda guerra de venganzas que arrollan en su brutal violencia a cientos de personas inocentes.
Queramos o no, somos testigos involuntarios de asesinatos masivos y crueles en todos los puntos cardinales del país, destacadamente en Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tijuana, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Cancún, donde el odio incontenible y la evidente sed de venganza la sacian los asesinos con el descabezamiento, la amputación y hasta el destazadero de sus victimas para demostrar así el rencor salvaje que a su inhumanidad incita.
No podemos menos que contraernos de dolor ajeno y conmocionarnos al enterarnos de las matanzas salvajes que escenifican soldados, marinos o policías en balaceras con grupos de delincuentes y narcotraficantes, donde los hechos refieren operativos como cacerías o asonadas que nada hablan del uso de investigaciones inteligentes para copar sí, malhechores, capturarlos y presentarlos a jueces severos para condenarlos al infierno de los reclusorios que son penas difícil de superar, pero no, todo indica que los cercan para que se rindan a sangre y fuego y en ello, muchos mueran, incluso inocentes transeúntes o familias en auto que tienen la desgracia de pasar por el lugar, convertido en campo de batalla.
Mucho se habla de que todos estos enfrentamientos se concretan por “denuncias anónimas” que bien pueden ser vulgares “chivatazos” de delincuentes adversarios, de grupos enemigos por traiciones personales, robos de mercancías o sucios negocios millonarios, pero el hecho de que se valgan del ejército, la marina o la judicial federal para lograr sus perversos fines, habla también de una ingenuidad inconcebible, una deshumanización imperdonable o la injustificada falta de aplicar la ley, el derecho, con toda verticalidad.
Esto los ha llevado al fomento imparable de una vorágine del crimen que crece como una bola de nieve y hay evidencias que esta perversión cobra ya identidad, como en Guerrero, donde el cacique de Costa Grande, Rogaciano Alba Álvarez, ganadero y ex - alcalde de Petatlán, fue señalado por adversarios como Rubén Granados Vargas “el nene” y Javier Torres García de ordenar el asesinato de la ambientalista, abogada y defensora de Derechos Humanos, Digna Ochoa y Placido, sin que nadie hiciera nada.
El segundo permanece como “desaparecido” y al primero le mataron a su mujer y dos hijos. Después a Rogaciano le mataron un hijo y le desaparecieron una hija adoptiva, pero entonces entraron en acción los paramilitares que ya abundan en la región y por medio de Misael Orozco Serna (a) “el oficial Rodríguez” acompañaron al “Mayor Palma” y una partida del comandante de la 19 Zona Militar, Manuel González Trejo. Para atrapar a Granados Vargas acusado de “gomero” y gente de los Beltrán Leyva, como lo presentó la PGR, en tanto aseguran que el cacique Rogaciano es aliado del cártel del “Chapo” Beltrán y para “prepararse” ya entrenan sus fuerzas paramilitares que han surgido en la sierra como el “Ejército Libertador del Pueblo”, el “Ejército Popular Antidrogas” y el “Ejercito Vengador del Pueblo”.
Quizá una respuesta a este fenómeno, sea la reciente matazón de sinaloenses que consumó la Marina al sorprender a más de 13 presuntos narcotraficantes en el fraccionamiento Las Playas de la céntrica “Caletilla” que murieron acribillados en el lugar, además de dos civiles, dos militares y una persona no identificada., como también sucedió en la finca “La Concordia” de Bosques de la Silla en Juárez, Nuevo León donde perecieron 15 personas, entre ellas dos civiles y heridas de gravedad una señora y dos de sus hijos, y así podríamos extendernos casi indefinidamente en matanzas ocurridas en Cuernavaca, Tijuana, Laredo, Matamoros, Veracruz, Tabasco y Cancún cuando menos, donde el sentimiento de venganza de inocentes o no gesta, la malsana idea de cobrarse el infundio.
Escribanos a; zarrojo2000@yahoo.com.mx

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