LAS DENTELLADAS

Por el Tiburon

Segundo capítulo de “Fonatur: Sin razón Salvaje”

Segundo capítulo. En Ixtapa-Zihuatanejo, para algunos ejidatarios, Fonatur ha sido exactamente así como dicen los de la Revista Fortuna: El vehículo para que sus tierras queden en otras manos y la mayoría de ellos continúen en la pobreza o en la miseria más vil.
Para los hoteleros de Ixtapa es la dependencia federal que, por lo menos hasta ahora, les garantiza que la ciudad esté más o menos limpia, que la jardinería esté en condiciones, que medio arreglen las calles, aunque sea a las doce y cuarto y meta cierto orden en la urbanización de Ixtapa, además de que garantiza que las plantas de tratamiento no apesten a rayos como las de Zihuatanejo.
Para las autoridades municipales, Fonatur es su salvación pues extrañamente reconocen que no tienen capacidad para mantener la ciudad por lo menos como la tiene Fonatur.
Para el resto de los mortales del municipio, Fonatur es un “chipote” que le nació a Zihuatanejo. No es sólo un desarrollador que se agandalla las tierras e incumple los compromisos con los expropiados, las urbaniza y las vende, sino que además “regresa” parte de esos recursos a través del presupuesto que utiliza para pagar los servicios públicos que presta. Es, como si dijéramos, un “ayuntamientito” sólo que con más billetes que el Ayuntamiento de verdad, a pesar de que no cobran el predial. Han sido varios los directores de Fonatur que se han sentido “presidentitos” de Ixtapa. Ahora recuerdo a dos: El pedante de Ramón Cárdenas Villarreal y Arturo Galindo Milhe. Estos dos se sentían presidentes, los demás se han sentido dueños de Ixtapa.
Ultimamente se han prendido los focos rojos tanto para el Ayuntamiento como para los hoteleros: De pronto todo parece indicar que Fonatur se retira de Ixtapa. La causa: Aquí ya no hay billetes por extraer. Fonatur lo dice de otro modo pero esa es la causa. Aunque Pedro Castelán Reyna, actual director de Fonatur opina lo contrario. En entrevista al diario estatal La Jornada Guerrero, dijo que todavía hay y bastante pues en los proyectos Lomas de Las Garzas, Lomas de Don Juan y Lomas de Playa Linda se invirtieron al menos 400 millones de pesos en la urbanización de la zona, los cuales, dijo, podrían generar ganancias de al menos 2 mil millones de pesos. Y eso que no hay, ¿qué tal si hubiera?
Los motivos de la alarma. Primero apareció por ahí una nota informando sobre el despido de más de 100 trabajadores y luego como 250 trabajadores del organismo federal; una nota de La Jornada Guerrero atribuye a Cuauhtémoc Ramírez Bello, director de Desarrollo Urbano de Zihuatanejo, haber declarado que “el delegado de Mantenimiento del Centro Integralmente Planeado (CIP), Pedro Maza, envió un documento al gobierno municipal en el que se informó que en una parte de Ixtapa, que no detalló, el organismo ya no podría prestar el servicio debido a que los recortes a la Sectur afectaron de manera directa al Fondo”. Dijo que las dependencias municipales que estarían involucradas con el mantenimiento de la zona analizan la situación y aunque no hay una fecha en especial y no se ha dado una respuesta, detalló que el ayuntamiento tendría que dar solución a los problemas de drenaje, agua potable, alumbrado, recolección de basura y pinta de guarniciones, entre otros servicios.
En una de esas que la reportera del diario citado agarró fuera de la base a nuestro presidente municipal, el Ing. Alejandro Bravo Abarca reconoció que “no estamos capacitados. Fonatur va continuar haciéndolo al menos hasta ahorita como lo sigue haciendo, sí nos preocupó mucho”.
Yo francamente no entiendo por que el alcalde dijo tal cosa. Veamos las probables causas: Una es que Alejandro Bravo crea que sus técnicos, los que tiene en su equipo y hasta los que podría contratar valen para pura sombrilla, es decir cree que son incompetentes (acá les decimos de otra manera). Otra es que esté el presidente convencido de que sus funcionarios son incorregibles y no pueden mantener funcionando las plantas de tratamiento por que son capaces de hacer “abracadabra” al presupuesto. La tercera opción es que de plano el alcalde crea que los técnicos de Fonatur son unos genios, cosa que tampoco es cierta. Recordará usted aquella ocasión en que esos “genios” construyeron una especie de caseta de cobro con un tope gigantesco antes de la entrada a los puentes que desvían la circulación hacia la parte denominada Viveros, mismas obras que tuvieron que demoler de inmediato, pero nunca se supo si alguien tuvo que pagar por esos costosos errores.
Sea como sea, nadie en Zihuatanejo cree que haya pelaos capaces de dar mantenimiento a Ixtapa si no son los de Fonatur, así que ya sabrá la preocupación que les agarró con el anuncio de que están haciendo maletas.
Yo digo que sí se puede, sólo se ocupan dos cosas: Contratar técnicos que estén capacitados y que sean muy honrados. ¿Qué no hay? ¡Como no!, ahí está el ingeniero Nepomuceno capaz de administrar el drenaje de Holanda, no sólo el de Ixtapa.

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