PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

EL PARTE ES MORTAL, GENERAL.

“Frío o Caliente, es Igual de mal Oliente…
Cuando el jefe Supremo de las Fuerzas Armadas lo llamó para expresarle su máximo plan de combate a la delincuencia organizada y el narcotráfico, seguramente pensó, primero que nada como el General Vicente Guerrero, que la Patria es Primero, y de ninguna manera en tiempos de paz ignorar los principios Constitucionales respecto a los deberes del Ejército.
Sin embargo desde entonces ya había manifestado su lealtad a toda prueba al jefe del ejecutivo, empeñado desde el principio de su mandato en dejar caer todo el peso del Estado en contra del crimen y el narcotráfico, asunto incuestionable pero dentro de las normas que le dan sustento a nuestra sociedad.
De entonces a la fecha las fuerzas militares se han visto cuestionados por muchas de sus intervenciones en la persecución de los delincuentes, no siempre afortunadas por la muerte de civiles ajenos totalmente al propósito de someter a los criminales confundidos reiteradamente con personas que nada tienen que ver con el delito, pero que igual son detenidos, torturados, encarcelados y consignados a las autoridades judiciales a pesar de su probada inocencia.
Las matazones de criminales o inocentes se han sucedido con escalofriante continuidad en todo el país y las estadísticas hablar de 17 mil muertos que forzosamente deberían de acuerdo al derecho, estar sujetas a averiguaciones previas para determinar si hay responsables de esos homicidios o existen justificantes que exoneren de responsabilidad a los causantes de esas ejecuciones.
Ahí están los antecedentes en Morelos, Michoacán, Durango, Chihuahua, principalmente Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, etc.etc., y más recientemente en la sierra de Guerrero, en los confines de Tlacotpec, donde un comando de 11 militares del 50 Batallón de Infantería al mando del teniente José Manuel González Gómez mataron al joven Juan Alberto Rodríguez Villa y dejaron gravemente herido a Francisco Javier Martínez que lo acompañaba en un Volkswaguen “Beattle” que los soldados coligieron que era robado, los detuvieron y los “investigaron” a golpes exigiendo les entregaran 50 mil pesos, según relato el sobreviviente Juan Alberto.
El pueblo se levantó indignado en protestas que obligaron al general Roberto de la Vega Díaz, jefe de la 35 Zona Militar a acudir al municipio de Heliodoro Castillo para informar a la población de la detención de los militares involucrados, mismos que rindieron parte de que al regreso de un operativo de destrucción de un sembradío de amapola, productora de la goma de opio, encontraron a los jóvenes en el “Beattle” que al verlos se dieron a la fuga y chocaron más adelante muriendo uno y golpeándose el otro, por lo que se retiraron a su cuartel.
Qué tal. Y el Ministerio Público militar, Mayor Francisco Javier Martínez advirtió que los que acusan a los soldados del homicidio y lesiones deberán presentar pruebas, pues de no hacerlo, los pondrá en libertad. Empero se dijo que el diputado guerrerense Cuauhtémoc Salgado Romero se apersonó en el lugar y prometió intervenir en el Congreso para que se investigue a fondo el indubitable crimen, aunque no fue posible confirmarlo por su inexplicable esfumación.
El General Guillermo Galván Galván ya debe haber recibido el parte de los hechos, y no sabemos si optará por apegarse a la Constitución para poner a los presuntos responsables a disposición de las autoridades judiciales civiles, o continuará empeñado no sólo en extender el fuero militar, si no en continuar obsesivo en conseguir garantías de estado de excepción para los militares con la reforma a la Ley de Seguridad Nacional….Cuidado!
Escribanos a; zarrojo@yahoo.com.mx

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