REMATE

Por Norberto Cruz Cuevas

Fe, Esperanza y Caridad


La mayoría de los habitantes de México y por ende los de Guerrero, se caracterizan por el apego a sus creencias religiosas, y es la religiosidad católica la que tiene un mayor numero de adeptos, los mexicanos somos un pueblo que cree que la Fe habrá de mover montañas, que la Esperanza es lo último que debemos de perder antes de que llegue la muerte, además nos identificamos con la caridad, por regalar un peso, una parte de lo que poseemos para aquellos que nada tienen.
Pues bien en esta tierra de creencias los guerrerenses nos hemos caracterizado por asistir al santuario de nuestro señor de Petatlán, lugar místico, en donde ir a pedir “favores” y cumplir las manadas es algo normal para los creyentes como usted y yo.
Sin embargo la paz, social y religiosa de este lugar ha sido trastocada durante los últimos años, y es que en un municipio pobre que se conecta con la Sierra Madre del Sur, la vida no es fácil, a falta de fuentes de empleo, de zonas agrícolas que cuenten con la infraestructura necesaria para hacer que el agro produzca y prospere la gente, ante la inexistencia de programas de cría de ganado bovino, porcino y cabrino que ayuden a transformar la región y por ende mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Y ante la tala inmoderada de los bosques, el nulo control de las autoridades del gobierno federal en particular de la Sagarpa y Profepa, así como no existir programas madereros como los que se aplican en el Canadá o Finlandia que sirvan para detonar el desarrollo integral de los habitantes no solo de Petatlan sino de las zonas serranas como Atoyac, sus habitantes por desgracia no tienen otra opción que dedicarse a lo que hacen hace años que son la siembra y cultivo de la marihuana y el amapola.
Por desgracia esa es la realidad de algunas personas que viven en estos sitios, no hay fuentes de empleo, no existen programas sociales, ni apoyo gubernamental, pero si hay el deseo imperante de la sobrevivencia cotidiana.
Pues bien hace algunos días las autoridades de la PGR anunciaron la detención de Rogaciano Alba Álvarez, alias El Roga quién presuntamente se encargaba de surtir de armamento a las organizaciones delictivas de “La Familia Michoacana” y al cártel de Sinaloa.
Ante estos hechos consumados habitantes de Petatlán, según el presidente municipal José Albino Lacunza le han prendido velas y ruegan ante nuestro señor de Petatlán, por “Roga”, de quien dice era desprendido con su pueblo y aun conversa la amistad de muchas personas de la Costa Grande.
Lo que es condenable es que 3 de mayo de 2008 en Iguala, Guerrero sicarios armados tomaran por asalto un hotel, donde se celebraba una reunión de ganaderos, y asesinaran a 7 personas, que en la casa de Rogaciano Alba fueran muertas 10 personas, entre ellas, sus hijos Alejandro y Roosvelt Alba de la Cruz. En su huida, sicarios se llevaron también a su hija Ana Karen Alba de la Cruz de quien hasta el momento se desconoce su paradero, además de los múltiples decesos que han ocurrido por la violencia que se genera en la Costa Grande, pero es más aberrante la incapacidad del gobierno federal de Felipe Calderón y el estatal de Carlos Zeferino por no sacar del atraso social al pueblo de Guerrero, en fin la Fe, Esperanza y Caridad son los últimos valores que se pierden.

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