LAS DENTELLADAS

No es Bagdad, no es Kabul, se trata de Acapul… co

Por El Tiburón

Oiga usted, mi estimado, seguramente vio las fotos que circularon profusamente a través de los diarios, por medio de los noticiarios de la televisión de paga por que los otros no circulan los fines de semana y a través del Internet, cada vez más socorrido.
Cadáveres enteritos tirados por aquí, descabezados por allá, descuartizados acullá. En una primera vista me dije (textual): ¡En la madre, ya hicieron estallar los talibanes algún camión cargado de explosivos en Kabul para corretear a los gabachos que no se quieren salir de aquel país! Pero no eran los talibanes. ¿Tal vez Al Qaeda lanzó algún avión secuestrado contra edificios de alguna urbe americana? Tampoco. Quizás revivió la matazón en la antigua Yugoslavia que tan pacífica la mantuvo Josip Broz “Tito” por años y años. Niguas. Seguro entonces se están partiendo la mamá los coreanos del norte con los coreanos del sur. Nada, mi estimado las fotos eran de Acapulco, Guerrero, el destino turístico más importante de América Latina hasta hace algunos años. Hoy es campo de guerra, como ocurre con Petatlán y todo el resto de Guerrero y muchos otros estados del país.
Los conservadores hablan de unos 30 muertos entre viernes y sábado, los alarmistas dicen que llegó la cifra de asesinados hasta cerca de los cincuenta sumando los de Ajuchitlan. ¿Y las autoridades municipales? ¿Y el gobierno del estado? ¿Y todas las corporaciones armadas de la federación? No se sabe dónde andaban, pero lo cierto es que Acapulco, en diversos rumbos de la ciudad se convirtió en un campo de guerra en el que, según El Sur, hasta una turista recibió un tiro que le causó la muerte.
Fuentes periodísticas hablan de que hemos llegado a 20 mil muertos en poco más de 3 años de “guerra” contra el narco. Es cierto que en Irak los índices son más altos; se habla de más de 600,000 muertos desde marzo de 2003, fecha en la que, oficialmente, inició la actual guerra de Irak, aunque se sabe que desde antes los gringos bombardeban partes de aquel país para provocar la reacción de Saddam Hussein con el interés de partirle su mamá y chingarse el petróleo, en alianza con otras rapaces potencias del mundo, como finalmente lo están haciendo no sin pagar una cuota de muertos que, de vez en cuando, les hace recordar su derrota en Vietnam.
Pero en Iraq hay una guerra formal, hay un país invadido y hay fuerzas que no se dejan vencer y vayan a saber si finalmente lo van a lograr los Estados Unidos. Aquí no tenemos una guerra formal, ningún país nos la ha declarado y ha mandado sus tropas con ánimos belicosos y los que nos han ocupado el país lo han hecho “a la chita callando”; tampoco hay una guerra civil. ¿De dónde pues tanto muerto, tanta violencia?
Dígame usted, con tanto muerto y balacera, ¿quién chingados se va a arriesgar a venir de vacaciones a Guerrero? Los adinerados (que son por los que suspiramos) no van a venir, los que no nos abandonarán son los que no tienen nada que perder más que sus cadenas, o sea los jodidos que como traen pocos dólares no son tan bienvenidos como los otros. Yo no sé cómo, camaradas, pero el gobierno tiene que tomar una decisión: Si de plano no puede con el paquete, ¡total! que no le dé pena, no serán ni los primeros ni los últimos que renuncien por que no pudieron con el paquete. Si no es posible hacerlo, que dejen a otros el changarro, pero no es admisible que las cosas sigan como van. A menos de que ustedes, camaradas, estén muy contentos. De ser así, no he dicho nada y que sigan los chingadazos aunque nos tengamos que comer unos a otros.