PECATA MINUTA

 Por Rogelio Gómez Mejía

EN JUÁREZ, LA PATRIA ES PRIMERO

“Ora sí violín de Rancho, ya te toco un Profesor…

En estos momentos de tensión, cuando tomar decisiones determina la medida del carácter y la personalidad de un jefe de estado, Felipe Calderón Hinojosa debe demostrar a todo el país que es un verdadero presidente de la República.
Todos lamentamos mucho que en el agitado Ciudad Juárez, en circunstancias harto difíciles de explicar, un escuadrón de la muerte haya perseguido específicamente a Lesley A. Enríquez y su esposo Arthur Haycock Rodelfs que viajaban con su pequeña hija en su camioneta Toyota Rand 4, placas de Texas para acribillarlos cerca de la Aduana del Paso y minutos antes, corriera la misma suerte Jorge Alberto Salcido  Cisneros, esposo de otra empleada del Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, en un ataque del que resultaron sus dos pequeños hijos lesionados.
Incógnitas semejantes, llenaron de luto el hogar de 19 jovencitos de la colonia Salvarcar en la misma ciudad por un comando de sicarios que, como el caso anterior no parece tener ninguna razón de ser, y sin embargo los lamentables hechos llenaron de interrogantes la memoria de los mexicanos todos, y ahora las colman de dudas por las ejecuciones masivas en el estratégico, para nosotros, Acapulco.
No es de creerse en las casualidades y la trillada historieta de que unos matones sin escrúpulos (eso sería lo único cierto) de la banda de “Los Aztecas” (?) fueron a ejecutar a adversarios de los “Artistas Asesinos” (AA) (?), más parece un argumento de películas de Juan Orol, o de las usuales de García Luna que, en último caso haría más factible que desgraciados drogadictos acostumbrados a fragores de desastrosas guerras en focos internacionales, consumaran las perversas matazones a cambio de narcóticos y dinero verde, de siniestras manos que persiguen fines de mayor envergadura que el simple derecho a delinquir, requerientes solo de la protección que parecen tener.
Porque es inconcebible que no se informe puntualmente quienes son los responsables de 17 mil asesinatos, más que unas tres o cuatro docenas de hampones y malandrines, “confesos” de decenas de ejecuciones en apresurada estadística remitida a los juzgados, donde podrán permanecer o no lo suficiente para pagar los delitos que les imputan.
Evidentemente no hay un sistema de inteligencia policíaca capaz, ni autoridad judicial suficiente para demostrar que en la “guerra” contra el narcotráfico y la delincuencia organizada hay avances verdaderos, salvo las ejecuciones a diestra y siniestra que ha sembrado de cadáveres el territorio nacional en “enfrentamientos” con militares.
Por eso ahora es tiempo de que el presidente Felipe Calderón Hinojosa demuestre a los mexicanos que efectivamente los representa Constitucionalmente y apegado a sus designios imponga, como ejecutivo que es, no un toque de queda, no un convenio o acción concertada con agentes del FBI o la DEA y menos con los de la CIA, y no por malinchismo, sino porque se trata de un asunto de nuestro país, que los diputados y los senadores deben defender por todos los mexicanos y plantar sendas comisiones a investigar si no hay intereses supra constitucionales que tergiversen vulgares crímenes con conflictos internacionales, provocadores de una intervención de fuerzas extranjeras que sería un paso semejante al que inició el puritano John Cotton en 1633, iluminado por el Destino Manifiesto israelí que no ha dejado de estar presente en su delirio.
Que se diga algo bueno ya del señor presidente, digo!! 
Escribanos a:
zarrojo2000@yahoo.com.mx

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