Más que un “concurrido” cumpleaños para ser candidato a gobernador en Guerrero

Por Por Abe García “El forajido”

Definitivamente que para ser candidato a gobernador de un estado como el nuestro se necesita más que el festejo de un cumpleaños y que un poco más o menos de 3000 “invitados” asistan al evento, aun cuando entre esos se encuentren personalidades del tipo y talla del gobernador del estado de México, Peña Nieto y de los ex gobernadores del estado como el propio Don Rubén Figueroa y René Juárez Cisneros entre otros.
Según las estadísticas los últimos resultados electorales que llevaron al gobierno del estado a un candidato priista si no mal recordamos fue entre los poquitos más o menos de los 317,000 votos,  y que en estos resultados se vió  precisamente la traición que el ahora ex gobernador también Ángel Aguirre le hizo al moreno oriundo de La Laja, René Juárez Cisneros, quien vino a romper la pretensiones del cacicazgo contínuo que el natural de Ometepec pretendía al colocar en la gubernatura al ahora también fuerte aspirante, primo hermano y miembro de su grupo Manuel Añorve Baños, para que este a su vez al terminar su período le preparara el terreno para que Ángel regresara por un periodo constitucional y en pocos meses pedir licencia y seguir ese maquiavélico y perverso  juego que a la Cervera Pacheco en Yucatán los perpetuara en el poder, hasta terminar con la consistencia y el potencial de tolerancia de un estado al que en el  tiempo que duró su gestión de tres años endeudó y pervirtió sus finanzas de las que apenas está saliendo.
“El que traiciona una vez traiciona dos veces”, dice el viejo y popular adagio costeño, y eso lo puede constatar el propio Don Rubén Figueroa, quien siendo gobernador del estado y cuya gestión fue perturbada por los oprobiosos acontecimientos de Aguas Blancas en donde se masacraron inmisericorde a varios paisanos, y que resultado de un proyecto mediático lo llevó a pedir licencia por causas de salud política para el estado, negociando el gobernador que fuera el entonces presidente del PRI estatal Ángel Aguirre quien lo sucediera en el poder, el mismo que cuando lo tuvo le dio la espaldas y estuvo  a punto no nada más de eso sino permitir que el ese entonces ya ex gobernador pisara la cárcel lo que rompía los acuerdos y los valores entendidos entre los que a ese nivel se había previamente acordado.
Otra traición mas fue la que el ahora senador y recién festejado en la ciudad de Taxco le aplicó al ahora también presidente municipal de la capital del estado Héctor Astudillo en la lucha por la gubernatura del  estado, en la que en su presunto feudo que es costa  chica le promoviera el voto en contra al 3 por 1 en donde se procesó la derrota que le diera el triunfo al ahora gobernador Zeferino Torreblanca lo que el resto del estado está viviendo con las crisis de certidumbre y de inseguridad que todos estamos sufriendo y viviendo.
Traiciones más traiciones al partido a los priistas y a la propia población en donde Ángel Aguirre solo ha dado prioridad a esa enfermiza necesidad de poder que cuando lo  obtiene lo rebaza al nivel de pretender configurar un cacicazgo en la región de la costa chica  al remedo de don Rubén lo que definitivamente no lo ha conseguido aún cuando ya también tiene una cachorro de diputado federal al que llevó con un triunfo electoral contundente demostrando que si se podía lo que no hizo en el proceso de René Juárez y de Héctor Astudillo, dando el lugar a que un falso perredismo accediera al poder con las consecuencias que todos estamos viviendo.
Se necesitan más que los 3000 asistentes aproximados que fueron al “convite”  porque como todos sabemos los “figurones” de la política fueron a demostrar la unidad del partido,  ante un prospecto casi seguro a la presidencia  de la república, pero de eso a que voten por  el proyecto de Ángel Aguirre esta difícil de verse y si no al tiempo.
Y de igual manera de las bases que estuvieron presentes en la comilitona todos  sabemos  cómo se manejó, viáticos y gastos en autobuses de lujos para de paso los ediles tomarse la foto del recuerdo con el precandidato a la presidencia  para cuando este llegue cuando menos se acuerde de ellos, para lo que pudiera suceder en sus respectivas carreras. Que ni que.