D’ grilla, grillos y algo más

¡Ufff! Ustedes no están para saberlo, pero yo sí para contárselos! No se lo imaginan pero con mi pasada entrega no nomas logré que me ofendieran, que me insultaran, sino lo que le sigue a todo eso. Es más una mentada de madre se habría quedado corta comparada con todas las ofensas que recibí en el blog del Diario de Zihuatanejo -a donde también pueden leer, cada semana, esta joya literaria-.
Con decirles que lo menos que me dijeron fue marrana drogadicta. Y lo asumo con muuucha responsabilidad y madurez; porque son reacciones naturales de quien se siente desenmascarado. Para quienes no leyeron mi pasada columna les explico,  a un par de lectores les molestó muchísimo que yo dijera que el presidente del PRI,  Eric Fernández Ballesteros, maneja el partido como un negocio particular; que recibe casi 100 mil pesos mensuales de las dietas que aportan los regidores y empleados municipales -priistas obviamente-, y que no trabaja, nunca ha trabajado y que quizá jamás trabajará en otra cosa que no sea la política y la administración pública, que vive del PRI en pocas palabras; que con sus notas y comentarios que realiza a través del Facebook deja muy mal parado y evidencia las deficiencias del gobierno de mi muñeco y que además mientras mi compadre viva él no será presidente, aunque sea el candidato de Beatriz Paredes. ¡Ahhh! Y que Raúl García está realizando un gran trabajo a través de su asociación civil, que está imparable y que tiene muchas posibilidades de lograr la candidatura del PRI. Con esto último, conseguí que se pusieran como hienas en celo y me hicieran pedacitos con sus comentarios, que debo admitir no fueron del todo agradables; pero la verdad es que no escribo esperando a que me envíen rosas o me manden felicitaciones, si buscara eso entonces me dedicaría a escribir sociales, cosa que ya hice al inicio de mi incursión al periodismo - y durante muchos años-, y la neta es que jamás recibí, siquiera un ¡Gracias! de todas esas personas que buscaban aparecer fotografiadas en las páginas del periódico para el que trabajaba en ese entonces. Además deben saber mis detractores que si ese es el precio que debo pagar por demostrar mi simpatía al proyecto de Raúl, bienvenidas todas sus ofensas, comentarios, reclamos y felicitaciones, que son muchas más. Porque Raúl sí es mi amigo, le debo lealtad, le debo gratitud, le debo respeto, me siento honrada de contar con su amistad y la de su familia,  y de verdad que no siento estar perdiendo a los pocos amigos sinceros que aseguran, me quedan -me imagino que con eso se refieren a que en algún momento tuve una relación cordial con Eric Fernández, que nunca llegó a consolidarse como una amistad; o por lo menos yo no tengo un concepto tan pobre de la amistad y no considero amigos -valga tanta redundancia-, a personas que por mi actividad conozco o trato a diario, en particular del ámbito político o de la administración pública. Y también deseo aclarar un punto importantísimo; porque ustedes deben saber que no habían pasado ni siquiera 72 horas de la publicación de mi columna cuando esto ya había llegado a Bucareli  y recibí un mensaje de un personaje de alto pedorraje que me suplicaba  detener mi golpeteo contra Eric, pues eso estaba afectando a terceros, porque según decía el SMS yo había comentado en mi columna que la administración municipal le está construyendo casa a Eric y que además un amigo mío -que sí es mi amigo-, y que por cierto ya no vive en esta ciudad, tenía en su Facebook todo lo que yo había publicado. ¡Ummmm! En primera mi amigo solo comentó en mi Facebook que él fue uno de los grandes ausentes a la fiesta de cumple de Raul y me agradecía por publicar mis columnas a través de ese medio ya que así las personas que viven en otras ciudades o países pueden estar al tanto de lo que pasa en su Zihua lindo y querido -por si no lo saben es a través de esa red social y ahora a través del blog del diario, que tengo lectores en NY, Las Vegas, Miami, Can Cún, Los Cabos, San Luis Potosí, Guadalajara, Morelia y Acapulco-. Bueno, la cosa es que en medio de su desesperación y coraje, solitos se echaron de cabeza; pues yo ni siquiera sabía que le están construyendo a Eric. Por eso es que en los grupos de AA enseñan a controlar la ira, manejar la tolerancia  a no ser viscerales; porque es, precisamente, en esos arranques de furia cuando el ser humano comete crímenes o dice cosas de las cuales después se arrepiente el resto de su vida. Como en este caso que el coraje los cegó y terminaron de evidenciar al presidente de su partido. Si no se hubieran enojado tanto, en este momento yo no estaría enterada que le están construyendo, a Eric,  en su propiedad y ustedes tampoco se estarían poniendo al corriente sobre este polémico asunto, que ahora me veo obligada a investigar y para lo cual no necesito un título universitario o maestría. Otro punto muy importante. Efectivamente no soy licenciada en ciencias de la comunicación, nunca me jacto de serlo y quizá sí, en cada entrega, escribo una sarta de estupideces; pero tengo algo que no tiene uno solo de los que nos dedicaron, a mis hijos y a mí, injurias y ofensas; que es, valor civil para dar la cara y firmar lo que escribo, con mi nombre y apellido, en términos coloquiales tengo los suficientes güevos para firmar lo que escribo y no voy a retractarme de una sola de mis palabras; todo lo contrario invito al Eric Fernández Ballesteros de hacer uso de su derecho de réplica e incluso a iniciar una denuncia en mi contra, pues lo reto a someternos al detector de mentiras para ver quien dice la verdad, así de sencillo. Un polígrafo, un perito, él, yo y un juez. Y como dijo alguien en uno de sus comentarios vamos a ver quién es quién. ¡¿Quién miente?!
Hagamos un recuento del por qué les incomodaron tanto mis comentarios y para que vean que tengo toda la razón al afirmar todo lo que dije. 
Una mañana -de hace unos tres años-, sonó mi celular, del otro lado de la línea era Sonia Campos la inseparable y fiel lacaya de Eric quien me llamaba para pedirme los generales del mejor de mis mejores amigos ese que ahora vive en NY y que fue uno de los grandes ausentes de la fiesta de Raúl, una vez que le di la información solicitada me preguntó mi edad -y como es más fácil que yo les diga mi edad que mi talla pu’s inmediatamente le dije 35-, -“Mmm ya no entras”, susurró la mujer, “rebasas la edad…” pero bueno. –“oye y fulana ¿cuántos años tiene?”, continúo preguntando. –“40, respondí”. –“Oye ¿y tú crees que quiera ir como suplente de un consejero?, es que estamos formando el nuevo consejo del partido…” –“Pues no sé”, respondí. –“¿Y no tienes más amigas de menos de 30 años que quieran… es que me faltan?, seguía preguntando Sonia. –“Mmm, pues déjame ver”, comenté… -“Bueno amigueta pues muchas gracias, cualquier cosa me llamas…” así terminó mi conversación con Sonia. Sin saberlo esta llamada telefónica, me estaba convirtiendo en consejera del partido, sin ser militante, sin que me lo propusieran, sin que yo firmara ningún documento que me comprometiera a respetar y hacer valer los estatutos del partido, sin un expediente que avalará por lo menos mi afiliación al partido, como para poder tomar parte de las decisiones que tenían que ver con el futuro político de ese instituto; igualmente nunca me dieron un nombramiento oficial ni asistí a acto alguno a donde algún líder del comité directivo estatal me tomara protesta como tal, simple y sencillamente un día empecé a recibir invitaciones donde se dirigían a mi persona como consejera, a las cuales acudí y levante el dedo como vil borrega, por qué no decirlo. No les puedo decir que fui testiga ni que tomé parte de las decisiones para que se cambiara la presidencia del comité directivo municipal, fui cómplice de uno de los más grandes fraudes, maquinados en las entrañas del tricolor. Y desde entonces deje de ser invitada a formar parte de actos políticos que en realidad son todos unas faramallas protocolarias que se llevan a cabo solo para aparentar que hay unidad, democracia y transparencia al interior del partido. Obvio que esto no me sucedió solo a mí, pues en una ocasión en que se llevó a cabo la sesión del consejo, en los salones de convenciones del hotel Krystal, fui testiga de cómo llegaban personas que no sabían si eran consejeras, suplentes o simplemente invitadas especiales, lo que dificultaba el trabajo de las chicas encargadas de registrar la asistencia de los consejeros, también habían nombres de personas que palomeaban como si hubieran estado presentes -entre ellos el de la esposa del presidente del partido, Wendy Carbajal-, para justificar que había quórum legal e instalar la sesión y hacer de las suyas… Nomas pa’ que se den una idea de cómo Sonia y Eric formaron el consejo del partido, que un día vino a mí un amigo que estaba candidateándose para una regiduría, para pedirme que en mi calidad de consejera del partido la apoyara con mi firma y así cubrir una serie de requisitos que le solicitaban para aspirar a ese puesto, cuando lo tuve enfrente, documento en mano, le pedí me permitiera leer la lista de los consejeros y entre ellos descubrí el nombre del empresario Héctor Ezeta -quien hasta ese momento estaba bien identificado como simpatizante y amigo personal de Amador Campos Aburto; así se lo hice ver a mi amigo quien me comentó: -“¡Uyyy! si supieras que he ido a buscar a personas que están enlistadas para pedirles que me apoyen con su firma y me dicen que ni siquiera estaban enteradas que pertenecen al consejo del partido, pero como me estiman pues me firman”. Inmediatamente tomé el teléfono y llamé al presidente del partido para hacerle esa observación y su respuesta fue: -“Ahhh es que esa lista es un anteproyecto que se le presentó a…”, pero ahí no están todos los que son, ni son todos los que están -palabras más, palabras menos-. -“Pues es grave que ande circulando esa lista y más aun que haya sido proporcionada por tu asistente”, comenté por último a Eric. Y así es como desde antes que Eric Fernández llegara a la presidencia del partido, Sonia es quien decide, palomea, aprueba y maneja el consejo y el partido a su antojo, obvio con el consentimiento de su jefe. Ambos manejan a ese instituto político como una empresa familiar donde benefician a quien ellos deciden, y de acuerdo a sus necesidades. Pues ya ven que en la primera oportunidad Eric se postuló para buscar la diputación por la vía plurinominal, para así saltar de la regiduría a la diputación, y así es también como su suegro, su tío, su tío político y sus primos fueron los primeros en colarse en la actual administración. Cuando los perredistas abandonaron la administración y se fueron en busca de otro güeso, todos esperaban que Eric, como presidente del partido y regidor de oposición, saliera a cuestionar a Silvano y a los ediles perredistas por botar sus funciones y el compromiso adquirido con el pueblo, para salir a buscar más poder a través de una diputación o la presidencia municipal, pero jamás lo hizo porque él tenía la misma meta, brincar de la regiduría a un espacio en el congreso local, de donde continuar viviendo del erario público, y ahora el objetivo próximo es la presidencia municipal, porque la senaduría ya está pedida y dada. Por otro lado jamás ha estado en tela de juicio la trayectoria política de este joven político; lo que se cuestiona es en qué actividad productiva se ha ocupado o desarrollado, si desde 1990 cuando solo tenía 16 años de edad ocupó su primer cargo político como secretario general del Comité Municipal del Frente Juvenil Revolucionario, no sabemos como lo hizo, pero sí nos imaginamos cómo, con solo 16 años, logró ese cargo si se supone que uno puede militar en un partido cuando es mayor de edad y tiene credencial de elector, pues el objetivo es que sus militantes puedan hacer carrera política y en determinado momento votar y ser votados. La cosa es que desde entonces a la fecha Eric Fernández Ballesteros ha ocupado todos y cuantos cargos pueda haber dentro de la estructura del partido, pero la pregunta sigue en el aire ¿cuándo?, ¿a donde? o ¿de qué ha trabajado? Y lo pregunto porque veo que les dolió mucho que yo afirmara que vive del partido y que además lo administra como un negocio personal y familiar. Alguien por ahí dijo que lo conocía desde la prepa -cuando fue compañero de clases de él y su esposa-, y aseguró que los dos son muy trabajadores. Cooorrección, efectivamente su esposa trabaja e incluso creo que tiene dos plazas como maestra, peero y él?! Creo que eso lo deja peor parado aun, pues además de todo es mantenido o qué? Y pa’ acabarla hay profesores del Tec que aseguran que ni siquiera se tituló aunque él se firme como licenciado, pero eso es bien fácil desmentirlo con solo mostrar la copia de su título. De antemano agradezco todos los comentarios que se vayan a generar después de la publicación de esta columna y les reitero si este es el precio que tengo que pagar por ser amiga de Raúl adelante, lo vale. Una amistad sincera vale todo.