LAS DENTELLADAS

¿De veras somos un país sin remedio?

Por El Tiburón

A principios de año, en Washington, especialmente en el comando conjunto de las fuerzas armadas de EE UU, comenzó a circular la idea de que México era un estado fallido y nos equipararon con Paquistan en la medida –decían ellos- en que en los dos paises podrían surgir conflictos súbitos que harían “necesaria” la intervención de sus tropas (las de ellos no crean que las nuestras). (¡Ah “pinchis” gringos culecos!).
Pero la verdad es que no andan muy desencaminados, pues dicen que el gobierno es muy débil y que, por el contrario se ha fortalecido el poder de las organizaciones criminales. Hablan de que no crece nuestra economía, que estamos hasta el ojo de corrupción y que nuestra clase política es una cagada. Conste que eso dicen ellos, yo más bien creo que estamos a toda madre.
SDPnoticias.com publicó un artículo donde afirma que un tal James Petras, catedrático gabacho, considera que México sí es un estado fallido y que Estados Unidos pierde competitividad al asociarse con México. El tal Petras compara a EE UU con China y considera que este último país ha ganado terreno por que mientras los gringos desarrollan una política militarista y se alían con países “chafas” (o sea México), los chinos han desarrollado grandes proyectos de infraestructura y se han aliado con países que van creciendo como Irán, Venezuela, Brasil, Argentina, Chile y Perú. Eso dice Petras y uno se pregunta, ¿de veras no tenemos remedio?
Muchos meshicas no se dan por vencidos y dicen vamos a buscar la salida: Llamen al poder legislativo, esos camaradas nos van a sacar del atolladero, pero resulta que en esos cuerpos privilegiados están refugiados algunos de los peores individuos de este país: pelaos ventajosos, mentirosos, transas, vividores y traicioneros.
Muy bien señores; no se puede por ahí, llamen a la crema y nata de la política, los líedres de este país, esos sí que son unas “chuchas cuereras” pero resultó peor, los que están en las cámaras salieron precisamente de esos lugares, ya se imaginarán como está la mera mata. Llamen a los ricachos, Slim, Azcárraga Salinas y demás, pero, la verdad, si llegan nos van a agarrar de las patas y nos van a sacudir para sacarnos el último centavo que haya en nuestros bolsillos. Llamen entonces a las policías y fuerzas del orden, esos amigos sí que son fieles a la patria, pero ya ve usted con lo que acaban de salir los muchachitos de Genaro García Luna.
¿Será que no tenemos remedio?, preguntó mi compadre Anacleto y respondió Casimiro que los únicos que pueden resolver esta difícil circunstancia son aquellos a los que no han llamado, a los que no pelan por que no están en las otras listas que señalamos.
Dice Casimiro que si el gobierno y todos aquellos que han hundido a este país quieren hacernos un favor, que llamen al pueblo, que lo dejen que se organice, que lo dejen que tome fuerza en cada ciudad, en cada pueblo y que ese pueblo seguramente va a quitarle lo fallido a este estado. Aclara Casimiro que muy probablemente la primer medida que tome sea sacar a patadas a todos los que están mamando ahora en las tetas del poder, pero que bien vale la pena correr el riesgo. Remedio sí tiene el país, dice. ¿Usted le cree a Casimiro?