Yo no les voy a fallar
Este domingo 5 de septiembre el PRD sumó una página más a la historia de Guerrero. Una página que, si hay grandeza de miras y desprendimiento, puede ser la que describa con exactitud el día en que los guerrerenses comenzaron a construir el verdadero cambio de Guerrero; pero también, si en el transcurso se impusiera la ambición, el agandalle y la soberbia de los recién llegados, toda la esperanza que se pretende recuperar se irá al caño y la página brillante se tornará oscura. Este domingo, el PRD invistió como su candidato a gobernador del estado a Ángel Aguirre Rivero, bajo la consigna de “yo no les voy a fallar”.
El pasado domingo fue de definiciones. Por un lado el Polo Guerrerenses de Izquierda y el senador David Jiménez Rumbo volvieron a demostrar que son la fuerza política más importante, mejor organizada y disciplina que hay en el PRD. En un evento donde asistieron unos tres mil integrantes, simpatizantes y aliados de esa expresión política, reafirmaron su compromiso de apoyar al ahora candidato del PRD y de la coalición Guerrero nos une, Ángel Aguirre Rivero. El del Polo fue un evento festivo, donde voces como la de Juan García Costilla con amplia autoridad moral en la izquierda guerrerense expresaron su solidaridad y apoyo decidido a la candidatura de Aguirre Rivero.
La expresión de respaldo de García Costilla es importante destacarla porque representa una parte fundamental de la conciencia moral del perredismo. García Costilla sabe, al igual que muchos, que el objetivo no es ganar una simple batalla, sino ganarle la guerra al atraso que ahoga a Guerrero y al cacicazgo figueroista que gobernó a través de Zeferino Torreblanca los últimos seis años. Sabe, como todos los perredistas, que un voto a favor de Ángel Aguirre es un voto en contra de Zeferino y su figueroismo. De Zeferino y su desprecio por los perredistas.
La generosidad y el desprendimiento mostrado por el Polo Guerrerense y sus aliados de Izquierda Democrática Nacional y Alternativa Democrática Nacional, a la hora de respaldar una candidatura del PRD como la de Aguirre Rivero, no tiene comparación con la mezquindad y bajeza mostrada por los zeferinistas que aún siguen a Ríos Piter y que continúan su golpeteo contra el PRD y su militancia.
Este domingo, el gobernador también recibió una dura respuesta a su estrategia divisora. Durante los últimos días Torreblanca Galindo encabezó una campaña de medios usando los recursos públicos y a empleados del gobierno como el amanerado director de Comunicación Social, Manuel Nava y el órgano de información estatal Soy Guerrero, para atacar y denigrar a los liderazgos del PRD, a quienes acusó de “bandoleros”, “mercenarios”, “cínicos”, “etílicos”, y de “tragar mierda”.
Torreblanca y sus empleados repitieron las líneas de guerra sucia creada por el equipo de Manuel Añorve contra el PRD, en la que acusaba a los dirigentes estatales y nacionales de ese partido de entregar la candidatura a Aguirre sin consultar a la militancia. La idea que se les ocurrió fue presionar el botón emotivo y provocar molestia e indignación en el perredismo con la esperanza de crear un movimiento de rechazo a la candidatura de Aguirre que ayudara a un alicaído Añorve. A esta estrategia se prestó Zeferino y Ríos Piter, este último vio con beneplácito las pintas que se hicieron (operadas desde la Secretaría General de Ayuntamiento de Acapulco) con su nombre para denostar a Aguirre.
Como la estrategia de “traidor” no les funcionó a los añorvistas; cambiaron el sentido y centraron su ataque para fracturar y generar duda en el voto duro perredista. En esta parte fue donde recibieron ayuda de Zeferino y su ya legendaria retahíla de insultos proferidos. Otra parte de este mismo guión hecho para dañar la postulación de Aguirre, la operaron los seguidores de Ríos Piter quienes apenas el domingo seguían diciendo que no sabían cómo explicar a “sus bases” la decisión de postular a un expriísta.
Pero la respuesta y el rechazo a esta pantomima la recibió el zeferinismo este domingo 5, cuando la mayoría de los delegados del Consejo Político del PRD aprobó y celebró la postulación de Ángel Aguirre. La votación mayoritaria del Consejo demostró que las bases y los liderazgos del PRD hicieron suya la candidatura de la Coalición y se suman a la campaña. De 101 delegados asistentes, 96 votaron a favor y sólo cinco zeferinistas sin base social votaron en contra. Esos cinco que se abstuvieron o votaron en contra, son los que andaban diciendo que “las bases” no estaban de acuerdo. Cinco delegados x es lo único que le queda a un gobernador ingrato en el PRD. Bye Zeferino, bye, bye.
La definición del Consejo Político del PRD, es una acción determinante para el triunfo de Aguirre en enero de 2011. De esta manera queda claro que a nivel de fuerza política, el PRD es el partido que encabeza la Coalición y no como mañosamente declaró Torreblanca Galindo diciendo que era uno más y de que se estaba desdibujando. El domingo, el PRD confirmó su experimentada versatilidad y flexibilidad para sortear sus problemas internos y salir unidos con un candidato externo. En el basurero quedaron las voces y los personajes que le han apostado a la división y a la traición, pensando en el beneficio del gobernador y su candidato caciquil.
Ahora el PRD tiene adelante la tarea de conducir con responsabilidad y mesura la estrategia ganadora y el discurso político correcto para fortalecer y hacer ganar la candidatura de Aguirre. Tiene la tarea de conciliar sus intereses con los intereses de los otros partidos y sus aliados priistas para que las tareas de campaña den los resultados esperados. Tanto el candidato como los partidos de la coalición deben entender que la sociedad de hoy es más exigente y está mejor informada. Deben entender que las formas de hacer campaña y el discurso político deben de ser otro. Para convencer se tiene que cambiar, y el candidato debe comenzar por cambiar su discurso anacrónico y monolítico por uno más apagado a los nuevos tiempos, los tiempos de adentro y de afuera.
La candidatura de Ángel Aguirre es una candidatura que promete. Es una candidatura que está generando expectativas de cambio y esperanza en la ciudadanía. Por lo tanto, es importante que el mensaje esté a la altura de lo que la gente de hoy espera recibir.
La gente necesita compromisos específicos y de cumplimiento obligatorio. Compromisos que se puedan verificar, que sean parte de este nuevo acuerdo político. No hay cambio político y social que dure sin cumplimiento de acuerdos. Esto el PRD ya lo sabe, porque Zeferino no cumplió con la expectativa de la gente. Esto la sociedad lo sabe porque Añorve le incumplió al pueblo de Acapulco al abandonar, por ambición de poder, un gobierno que era de cuatro años.
Lo mejor para poner fin al atraso en Guerrero, es establecer acuerdos concretos de corto, mediano y largo plazo. Acuerdos dentro de un plan institucional permanente para la generación de nuevas instituciones, nueva gobernabilidad, respeto efectivo a los poderes del Estado, nuevos programas sociales, nueva procuración de justicia que acabe con la impunidad, generación de riqueza en el campo y las ciudades, ampliación de la oferta cultural y artística para el estado y la ampliación del bienestar social para todas y todos.
Para convencer y alejar los fantasmas del desencanto social, el candidato de la coalición debe desterrar de su discurso esas viejas frases usadas como fórmula para bobos donde afirma que el suyo será un gobierno con tinte social o un gobierno de rostro humano. Ambas frases sólo generan dudas. Lo que Guerrero, y el perredismo necesita no es un gobierno de rostro humano ni de tinte social. Necesita un gobierno humano y solidario, un gobierno decididamente social y democrático de derecho, justo e igualitario para todos. Que vaya más allá de la impunidad, que supere la prepotencia. Insisto: se necesita un gobierno social, y democrático de derecho, donde haya más ciudadanos, más sociedad, y más cumplimiento. Lo que Guerrero necesita es pasar de la simple alternancia donde uno entra y otro sale, sin cambiar ni sustituir las viejas estructuras de poder, a una verdadera alternativa de gobierno.
LA CONTRA:
El Café Astoria no es un negocio más en Acapulco, sino un espacio de interés público. En este lugar durante más de cinco décadas han confluido diversos personajes dedicados a varios oficios, profesiones y actividades, que lo han hecho un punto de referencia en la vida política y cultural cotidiana de la ciudad. El Astoria ha sido adoptado por un sin número de mujeres y hombres para hacerlo su espacio de trabajo, su lugar de creación artística, el punto de reunión, la sala de conferencias de prensa, el sitio del disenso y la zona del consenso.
Ahora este legendario lugar ha sido cerrado porque un extranjero rapaz y malagradecido expulsó del local que lo albergaba a Rosario Padúa y dejó sin oportunidad de empleo a ocho personas que ahí laboraban.
Nos preocupa el cierre del Café porque apunta al intento de desaparición de un ícono de la cultura en el puerto, por eso no podemos mantenernos al margen y apáticos ante esa situación, por eso estamos solicitado la solidaridad y el apoyo de quienes frecuentaron y usaron este lugar para sus reuniones y esparcimiento a que de manera generosa apoyen a su dueña Rosario Padúa para que este lugar continúe en el mismo lugar donde ha estado.
En días pasados hicimos una invitación abierta a la ciudadanía para que mostraran su solidaridad y apoyo a favor de este espacio cultural del puerto y con tristeza nos dimos cuenta que la mezquindad se apoderó de la gente. Fueron muy pocos los que de manera generosa se ofrecieron a donar algo o apoyar al Café Astoria. A quienes han respondido le expresamos nuestra gratitud y reconocimiento, a quienes no, entre los que se encuentran muchos políticos que usaron este sitio para sus conferencias de prensa, los exhortamos fraternalmente a que apoyen este sitio social y cultural. Chayo sigue dando la batalla por mantener este café en el mismo lugar, quienes deseen apoyarla pueden ir directamente a verla, ahí sigue a un lado del local de donde fue expulsada por un extranjero ingrato con Acapulco y rapaz.
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