MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Otra medida desesperada del PRI

El que haya iniciado un proceso para expulsar a quienes han manifestado su apoyo al senador con licencia, Ángel Aguirre Rivero, demuestra que en el PRI están desesperados y urgidos de parar ese movimiento, porque simple y sencillamente, su candidato, Manuel Añorve Baños, no representa el factor de unidad que quiso vender la dirigente nacional, Beatriz Paredes Rangel y el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.
Así es, no hay duda, de que son muchos los priístas, no solamente quienes ostentan un cargo de representación popular, quienes habrán de ir a sufragar a favor de Ángel Aguirre Rivero, el último domingo del mes de enero de 2011.
Eso lo saben en el PRI. Y tan lo saben, que han tomado la medida desesperada, anunciando con “bombo y platillo”, que han iniciado el procedimiento de expulsión a quienes han manifestado su apoyo al candidato de enfrente. Se supone que con la idea de cortar cabezas y meter miedo a la demás militancia, a efecto de que le piensen si aceptan apoyar a Ángel Aguirre.
Históricamente, la intimidación siempre ha salido contraproducente a quien la practica. Y como ejemplo, en el marco del Bicentenario, no podemos olvidar aquél pasaje de la historia cuando los españoles, en aras de desanimar a los Insurgentes, no se conformaron con matar a Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, sino que mandaron colgar sus cabezas en la alhóndiga de Granaditas, ubicada en Guanajuato, para meter miedo en la gente. El resultado ya lo conocemos: la sangre de los insurgentes fue semilla de nuevos patriotas.
Otro ejemplo, que está escrito en la historia, es en la época de la famosa “Ley Calles”, cuando se pretendía acabar con el culto religioso católico. Muchos creyentes y sacerdotes murieron por creer en Dios y haber aceptado a Cristo como su Rey. Pero la sangre de mártires se convirtió en semilla de nuevos cristianos. La represión y persecución no logró sus nefastos intereses.
Por eso, la medida desesperada tomada por el PRI no les augura nada bueno. Mucho menos, cuando en la misma estructura estatal del tricolor se encuentran enquistados personajes nefastos, así como otros que le han jugado las contras a ese Instituto Político.
Y es cierto, existen personajes que se fueron, y que hoy, con la esperanza de volver a la nómina, han regresado al tricolor. De ellos nadie dice nada. Lo que refleja la incongruencia con que se trabaja en el PRI.
Pero la medida es entendible. Nadie les creyó la mentira esa de que iban arriba en las encuestas. Y del mismo modo, se han dado cuenta, que por sí mismo, su candidato, Manuel Añorve, no ha sido capaz de unificar a todo el priísmo. Con todo y que lleva ya varios meses en campaña, y desafiando a los organismos electorales.
El anuncio priísta, de cortar cabezas, refleja el impacto que ha tenido entre la militancia de ese partido, la futura candidatura de Ángel Aguirre Rivero. Porque de otra manera, les tendría sin cuidado que se fueran algunos diputados locales y federales. El daño es mayor. Eso lo saben, y por eso andan desesperados buscando soluciones. Aunque éstas les resulten contraproducentes y fortalezcan más al senador con licencia. Esa es la cuestión.
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