PACATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

CIUDAD JUÁREZ; AVISO MACABRO

“Quien quiera oír que oiga, quien quiera ver…
El presidente de Ecuador Rafael Correa Delgado fue muy claro cuando reveló que desde el primer día de su mandato, el acoso de la CIA fue tan evidente, como infiltrada la seguridad interna de varios sectores de su administración. De tal suerte que el complot en contra de su gobierno no fue ocasión de conflictos administrativos, ni la intentona de secuestro y la encomienda asesina no fue nada casual, evitada apenas por las fuerzas armadas en general, leales al estado, como el apoyo ciudadano que logró salir del paso en defensa de la democracia.
Pero el siniestro aviso está dado desde que el avance de la revolución se ha manifestado en Venezuela, Bolivia y Honduras, atacados por intentos golpistas como hace décadas Chile, y ahora Ecuador en su afanes independistas, que no admiten la intervención del poder expansionista que ambiciona dominar al mundo.
Por eso no debe descartarse que fenómenos aparentemente inexplicables que nos llenan de preocupación, como las salvajes e imperdonables masacres de niños, mujeres, incluso embarazadas y estudiantes como los ocurridos en Ciudad Juárez, Torreón, Durango y Monterrey entre otras latitudes, irresponsablemente justificadas por el gobierno como “venganzas entre pandilleros” en claro encubrimiento a la incompetencia de las autoridades responsables de aclarar tantas brutalidades, no sean más bien estructuradas conspiraciones obedientes de siniestros planes desestabilizadores, aperturadores de penetraciones dominantes, bien advertidas por las no tan desinteresadas especulaciones de la Secretaría de Estado norteamericano, Hillary Clinton, al señalar las peligrosas agresiones presuntamente narcodelictivas, como acciones terroristas de carácter insurgente que, claro, Estados Unidos está dispuesto a combatir en apoyo a México con el “Plan Mérida” ya en marcha con la asistencia de agentes, armamento y adiestramiento de personal allende nuestras fronteras.
Y es que francamente no se puede explicar de otra manera que, como éste último caso, en la fiesta de 15 años de uno de sus hijos de la familia Arteaga Cerecero, en la colonia popular Horizontes del Sur, en la infortunada Ciudad Juárez, llegarán sigilosamente a las 2 de la madrugada 7 camionetas y autos con un comando de asesinos enmascarados fuertemente armados y desataran una brutal balacera para matar a 14 jóvenes y niños, 6 mujeres y 8 varones, y dejar heridas a 20 personas más para huir sin mayor problema al paso posterior de una patrulla de la Policía Judicial Federal, que a la fecha nada ha hecho para determinar siquiera una hipótesis creíble de la sangrienta masacre como antes ha ocurrido con semejantes infamias, lo que deja muy bien claro que, aunado a la incompetencia ¿o complicidad? de policías locales, estatales y federales, las fuerzas de inteligencia del CISEN nada parecen haberle informado al presidente Calderón sobre estas inexplicables masacres de corte terrorista, que acicatean a la sociedad civil, como en Ecuador, a salir al frente de las nulas autoridades para defender su tranquilidad y la democracia pisoteada ahora por un “extraño enemigo” como canta nuestro himno nacional.
BALA PERDIDA.
Ahora más que nunca es necesario defender la democracia en el país para no perder la credibilidad en México y, la mejor manera de hacerlo no es precisamente como lo están fingiendo en Guerrero con los dos candidatos del PRI en aparente competencia que parece más bien vulgar disputa de los primos Añorve y Aguirre, y menos como ya lo están haciendo madrugadoramente en el Estado de México donde las alianzas partidistas desfiguran la de por sí supuesta democracia enfrentada entre burguesitos copetudos y arribistas despechados que lo único que buscan es el poder por el poder mismo., Y el pueblo…Bah!

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