PACATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía 

SANGRIENTA BURLA A PERIODISTAS

"El hombre necesita a cada paso de la ayuda de sus semejantes, y es inútil que la espere tan sólo de su benevolencia: le será más fácil obtenerla si puede interesar en su favor el amor propio de aquellos a quien recurre y hacerles ver que lo que les pide es en beneficio de ellos”.

Adam Smith.

Es francamente decepcionante y hasta traumatizante el pobre discurso de las más altas autoridades del país, cuando adoptan poses histriónicas en destacados foros nacionales e internacionales para hacerle saber al mundo su preocupación y decidida voluntad en defender la seguridad de los periodistas y proteger sus actividades, con la bayoneta calada de la advertencia implacable de acabar con la amenazante delincuencia y sobre todo el narcocrimen, con la metralla impactante de la retórica cargada de palabrería que suspendida en el aire, poco a poco se pierden apabulladas por otros tantos discursos para combatir la pobreza, el desempleo, la carestía y claro, la inseguridad y etc., etc.
Por eso escuchar a nuestros –queramos o no- destacados “servidores públicos”, desde el presidente designado Felipe Calderón, su secretario de Gobernación, Francisco Blake; el de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna; Raúl Plascencia Villanueva de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; Patricia Espinosa Castellanos de Relaciones Exteriores y de pilón a Felipe de Jesús Zamora de Asuntos Jurídicos de Gobernación o del Fiscal Especial para Delitos en Contra de Periodistas, Gustavo Salas Chávez y de tantos más oportunistas, como el ex - titular de la PGR, Senador Humberto Benítez Treviño, el estomago se contrae y depone toda esa basura.
Porque mientras estos expectantes funcionarios se desatan en augusta verborrea, los periodistas que ilusos acudieron a escuchar, por decir una cosa, el anunciado convenio de esas autoridades en el Salón Juárez de la Secretaría de Gobernación, donde acordaron la constitución de un comité de consulta y auxilio técnico, después de vigorosas exposiciones como la del secretario Blake, quien no tuvo empacho en decir que; “este convenio es un compromiso firme…pues si en 1910 tocó a la revolución combatir por la justicia, hoy toca a nuestra generación defender nuestras libertades” y zas, se quedó tan tranquilo cuando los mencionados precisaron que los periodistas o sus representantes no participaran en la concreción del comité formulado y será hasta la segunda etapa de éste cuando permitirán la participación de –no más de 3- , que tendrán voz, pero no voto y en sesiones de “información reservada”.
Queda claro entonces que los mentados discursos contrastan con la espantosa realidad que representan 65 periodistas asesinados en una década, con 12 informadores “desaparecidos”, más 17 atentados contra empresas informativas y más de 600 denuncias de agresiones a reporteros, todas impunes y confirmantes de la impotencia o incompetencia de esas instituciones que fingen preocupación de esta lacerante realidad que se queda chica ante los 30 mil asesinatos en la “guerra contra el crimen” sin juicio sancionador.
Ejemplos, uuuh; la mortal agresión del criminal balazo sufrido por es estudiante de la Universidad de Ciudad Juárez, José Darío Álvarez Orrantia a manos de judiciales federales, la golpiza al director del “Ahuejote”, Pedro Cruz Eliseo atacado en “Samborn´s” Xochimilco por seis camorristas encabezados por los regentes del prostíbulo “El Rodeo”, José Ricardo y Jua Carlos Fernández López, y Adán Gabriel Reyes por órdenes del Delegado, Manuel González González y su secretario Erik Carmona en venganza por las denuncias públicas hechas por acciones corruptas de éstos que han sido ignoradas por las autoridades y, seguiríamos hasta el infinito pero, si difícilmente endulzan un café, menos van a resolver un solo caso!
BALA PERDIDA.
Ahora si creemos que llegó el momento de que el ejecutivo de la Nación reflexione sobre su vituperiada estrategia de “guerra contra el narco”, más que contra la desatada inseguridad, y revise la conveniencia de seguir manteniendo fuerzas beligerantes que se han olvidado del estado de derecho, obedientes de ocurrencias, para que cesen tantas manifestaciones de inconformidad, incluso del extranjero que tampoco cree en su política sembradora de odio y terror…digo!