PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía


DE LA CALLE A LA REDENCIÓN

“En lo mínimo se conoce lo máximo…
Es francamente alentador en esta dolorosa travesía que nos ha tocado vivir con un gobierno federal miope y tergiversado, aunque el capitalino no cante mal las rancheras, enterarse de la odisea ejemplar de más de un centenar de mujeres peyorativamente llamadas de “la calle” que, estimuladas por una Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, envidia del soberbio Javier Lozano enquistado en la Secretaría de Trabajo y (?) Previsión Social; en coordinación, decíamos, con la Delegación Cuauhtémoc a cargo de Agustín Torres, pusieron en funciones sendas iniciativas para especialización en cultura de belleza, pintura, cocina y costura que aprovecharon puntualmente, y ahora un grupo de ellas se organiza en una cooperativa para instalarse con créditos accesibles en un local y emprender su trabajo para olvidarse para siempre de ofrecer la humillación de sus cuerpos.
Aunque esto no deje de ser una modesta panacea para el grave problema del desempleo y las nefastas consecuencias que acarrea, resulta fuertemente emotivo que mujeres condenadas al infierno de la prostitución, así sea por las causas más reprobables que la conciencia reivindica, pero que sólo el que carga el muerto sabe lo que pesa el bulto, se levanten para asir quizá desesperadamente la única mano a su alcance para volver a tener la esperanza de abrazar una vida digna que orgullosamente puedan ofrecer a sus hijos en un proceso rescatador de la miseria a la son expuestos o arrojados todos aquellos carentes del empleo que la demagogia les prometió.
Porque ante la actitud provocadora de un Secretario del Trabajo como Javier Lozano que acorde con el presidente que dijo llamarse del empleo, arrojó a la calle a más de 40 mil trabajadores, no se puede tener la menor esperanza de enfrentarse a una vida regular, por aquello de un salario mínimo de 57 pesos, ante la insultante percepción del presidente de 11 mil 345 pesos diarios semejante al de todos en su gabinete, pero cuando menos acercaría la posibilidad de meditar el tamaño de la infamia que, sin un bolillo en la panza se pudiera discernir.
Así lo hecho apenas por Benito Morán Lince de la Secretaría del Trabajo y Agustín Torres de la Delegación Cuauhtémoc, y la prometida realización de dos naves comerciales para dar mil 500 empleos, en convocatoria para formar cooperativas con acceso a financiamientos posibles, abre el paso a la reinserción laboral y social de muchos olvidados que desde hace más de 100 años esperan resultados tangibles de millones de promesas con fantástica retórica que rebota en las bóvedas vacías de sus cerebros alejados de una realidad que la población quisiera hacerles ver, y que no necesita más que piensen en acciones tangibles, así sea como éstas, o de mayor calado, como reformas a la ley del trabajo y electoral que acaben con la perversa desigualdad económica y garanticen una verdadera democracia y no el remedo que nos espera este 11 y el 2012, si no…Adios!!
BALA PERDIDA.
Vemos con verdadero optimismo la posibilidad anunciada por los impredecibles diputados de la Asamblea Legislativa del D. F. (ALDF) de alistar una iniciativa de ley para establecer el plebiscito y el referéndum en las elecciones, lo cual sería una muestra de sus empeños democráticos que las demás comodinas legislaciones ha ignorado como para proteger “el hueso”, pero que ya es una exigencia de la burlada población que clama también por determinar la revocación de mandato que no resistirían una decena de mandatarios, así fuera el de mayor nivel…digo!.

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