APUNTES DE UN VIEJO LÉPERO

Por Jeremías Marquines   


Reventar la elección, última carta de Añorve

Como dijera el filósofo de Güémez: cuando dos de tres se juntan, el tercero ya se jodió. En la recta final de las campañas electorales por la gubernatura del estado de Guerrero, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Marcos Efrén Parra sumó su 7% de intención del voto al candidato de la coalición Guerrero nos Une, Ángel Aguirre Rivero; con esta declinación, el candidato del PRD, PT y Convergencia habría consolidado una ventaja absoluta sobre su adversario, el priísta Manuel Añorve Baños.
La declinación de Parra, tomó por sorpresa al aspirante priísta quien traumatizado por el efecto intentó mitigar el daño con una declaración bastante infantil.  Totalmente descompuesto y arrancándose los últimos pelos de la calva, afirmó  que “la declinación del candidato panista es porque Aguirre se desplomó”.
La afirmación de Manuel Añorve es casi como negar la ley de la gravedad. En ninguna parte un candidato declina por el más débil. Es una regla de oro que los votos se suman para consolidar y ampliar la ventaja de triunfos, pero Añorve ya no es él y, ahora más que nunca, tiene la certeza de que ya perdió y eso agrava su mitomanía sicótica.
Añorve es un peligro para Guerrero y para el propio PRI. El daño profundo que su mitomanía y ambición le ha causado a ese partido, es una herida de la que no se podrán recuperar en mucho tiempo. La sociedad de Guerrero quedará asqueada del tricolor porque su candidato logró sacar lo más podrido de sus entrañas  para escupirlo cínicamente en el rostro de los ciudadanos.
La arremetida del aspirante priísta contra la declinación de Parra raya en lo risible. Creyendo que tiene una gran calidad moral, llama a los perredistas y a los panistas a darle el voto útil. El hombrecito que un día se acuesta católico y al día siguiente se levanta evangélico o mahometano, califica el apoyo del PAN como “suma de deslealtades” y pensando que los militantes son tarados, les dice que los que se sientan traicionados voten por el PRI. En el colmo de las patrañas, expresa el relamido argumento priísta de que Calderón (al que también llamó jefazo siendo alcalde) se apropió del PRD. Las expresiones de Añorve son exabruptos surgidos del terror. El coco del PRI y de Peña Nieto por fin se hizo realidad en Guerrero.
El discurso de don Manuel es un discurso violento que tiene su origen en la frustración. Y esto lo convierte en un verdadero riesgo para la estabilidad del estado. Es tiempo de que el PRI, como partido político, mida las consecuencias de alentar los traumas de un candidato descompuesto que insiste en la generación de actos violentos contra los guerrerenses. De esta actitud vandálica dan cuenta los sospechosos bloqueos a las carreteras y la protesta cerca de la termoeléctrica de Petacalco a unos días de las votaciones. Líderes priísta sin escrúpulos están exponiendo a sus seguidores a la violencia, quieren que el gobierno los reprima para hacer el escándalo nacional. Ahora más que nunca la prudencia debe imperar en los actores políticos y se debe rechazar la provocación y el montaje. A los inconformes de Petacalco los apoya el alcalde priísta de La Unión, Servando Ayala Rodríguez.
Una estrategia similar fue la que usó Roberto Madrazo en el 1994 cuando ordenó a sus huestes cerrar todos los accesos a la ciudad para forzar al presidente Zedillo a reconocer el fraude que le dio el triunfo. En esta ocasión, puede leerse que la pretensión de Añorve es desquiciar al estado sembrando supuestas protestas en las distintas regiones para alterar el escenario de las votaciones. Se juega su última carta pretendiendo reventar la elección por medio de la violencia. Piensa acreditar al PRD la generación de caos con apoyo de las televisoras que, mañosamente, minimizaron la declinación del panista en sus programas noticiosos de ayer y hoy. Compra de votos, intimidación y generación de violencia es la dinámica que sigue.
Está claro que Añorve ya perdió la brújula y el sentido de la proporción. En su plan de hacerse con el poder a cualquier costo, no está midiendo el daño que le causará al estado y al PRI. Aún se está a tiempo de que los pocos dirigentes nacionales sensatos de ese partido detengan a un Añorve que está llevando a un camino sin retorno al priísmo de Guerrero. Una parte del PRI aún tiene remedio.
LA CONTRA.
Son muchas las voces que sugieren que el texto infamatorio contra esta columna que se envío a algunos correos electrónicos, salió presuntamente de la computadora del regidor, ahora añorvista, Ramiro Solorio, al que el diario El Sur calificó alguna vez de tres veces traidor. Pronto se sabrá la verdad…. El alcalde de Acapulco José Luis Ávila Sánchez ya agarró de sus pendejitos a los diputados locales. Cada que se le antoja inventa pretextos para no comparecer. Sería bueno que también le preguntaran sobre el supuesto boicot a las instalaciones de agua potable del que perversamente pretendía culpar al PRD y que presente las pruebas. No se debe descartar que intente alguna otra jugarreta previa a las votaciones…. Las hordas añorvistas siguen repartiendo propaganda negra contra Aguirre, difunden desesperadamente un bolante con infamias sobre Aguas Blancas..... La declinación de Parra a favor de Aguirre debe leerse en términos de la siguiente frase del filósofo de Güémez: “¡No hay de otra! Cuando pica la hormiga no más hay dos cosas por hacer: Rascarse y esperar la roncha”.

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