Entre la verdad y la ficción

Por Jorge Luis Falcón Arévalo*

Fondo de apoyo a los periodistas.

¿Quién le puede creer al ecuatoriano Fernando Donoso Pérez, secretario de desarrollo social, de un gobierno que enarbolando la impunidad como práctica diaria del ejercicio laborales; pero, además siendo él uno de los principales proveedores de muebles de oficina a su amigo Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, maldiciente gobernador del estado de Guerrero, que exista transparencia en el uso de los dineros del Fondo de Apoyo a los periodistas (FAP)? Por supuesto que alguien cuerdo y sano en su juicio, no le cree. ¡Nada!
Es por ello, que el sainete que ha venido actuando el flamante “asesor”  ¿de qué? Pedro Delfino Arzeta García ante ese organismo de cábula (creado en el sexenio del extinto José Fco. Ruiz Massieu, para amachinar a sus cuates y no se la hicieran de jamón ante los desmanes administrativos y económicos que cometía el finado acapulqueño), es hoy un cuadrilátero, donde se han expuesto toda la cochambre, inmundicia y bazofia que en siete años -¿muy democrático el joven Arzeta, para apadrinarse la reelección? hizo en ese desempeño ¿en bien de sus alcoholegas?
El entremés en cuestión expone ante el conglomerado público y privado a todos los que firman un “apostolado documento” donde piden la renuncia, cese, salida  y ¿cadalso, no se les ofrece? para Salomón Cruz Gallardo, dirigente de la delegación de Chilpancingo, solo porque éste les solicitó que se dijera de manera clara y contundente en qué se han gastado los apoyos económicos y quienes han sido los beneficiarios de los dineros que en el comité técnico representado por el sudamericano y otros entes de ese gobierno que hiede a corrupción y que conforman con algunos representantes de organizaciones sindicales. Un millón de pesos, es un buen bocado, para esta estirpe del cochupo.
Veamos, en la delegación 25, del SNRP, lo signa Manuel Velasco, quien no es el secretario de ese sindicato (lo es Cecilio Molina Martell, que explique mi ahijado esta usurpación de firma y representación actoral) y que no tiene vela en el entierro, pero Manuelito sí que busca reflectores para su decadente medio impreso. Lo mismo un tal Enrique González Guerrero, que si él es periodista, yo soy astronauta. Este sujeto quien ha sido despedido vergonzosamente de diversos medios de comunicación lo ha sido por malos manejos en la comercialización y billetes. Corrupto, suplantación de personalidad y timar a alcaldes con una supuesta organización o sindicato de comunicadores, es la especialidad del tal Kike.
Tanto los periodistas de Chilapa, como los de Tlapa andan a salto de mata, por no entender y saber quien es el dirigente del sindicato nacional de redactores de la prensa, ¡uf!; por lo tanto no hay quien encabece esos sindicatos. Lo mismo ocurre en la costa chica, donde Andrés Arias Jurado –impuesto por Pedro Delfino Arzeta García-, no encuentra puesto alguno en organización de compañebrios redactores. Solo en Zihuatanejo están organizados sin tantas envidias y rencores. Porque en lo relacionado en la delegación 28 del snrp, donde despacha desde hace más de ¡diez años!, Pablo Alonso Sánchez, pues no canta mal las rancheras, ya que es un sindicato que solo sirve de membrete para las pillerías de alguien que en nada beneficia al periodismo  y si éste es periodista, Chabelo es cantante de opera y Juan Gabriel, es luchador de Sumo.
Luego entonces, tanto el FAP, como los sindicatos deben reorganizar sus frivolidades y trivialidades para verificar con sustento legal y sindicalista sus organizaciones; porque lo único que se exhibe es una descarada ambición, la misma que acompaña a Donoso Pérez y compañía.

P.D. Abur, saludos a la familia.

*Representante ante el Vaticano de los diez mandamientos escolásticos de la Tiara de Dios.

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