*** De fiesta en PRD, serán gobierno con jefazo Aguirre.
En el PRD están de fiesta. El gobernador electo de Guerrero, “el jefazo” Ángel Aguirre Rivero, ofreció a diferentes funcionarios de ese partido, cargos dentro de la nueva administración estatal, que iniciará el primero de abril próximo. Cumpliendo de esta manera, con su palabra y el ofrecimiento de dar a ese Instituto Político el 60 por ciento de los puestos.
Así es, están de fiesta, porque a diferencia de hace seis años, Zeferino Torreblanca Galindo les dio la espalda. Les pagó su apoyo con una patada en el trasero. El PRD, durante el sexenio que está por concluir, fue prácticamente oposición. El gerente general fue el mejor aliado del PRI, desde el inicio hasta el final del sexenio. Tan es así, que el tricolor recuperó mucho terreno político y estuvo cerca de regresar a Casa Guerrero. Muchos de los funcionarios Zeferinistas tenían prendidas sus velitas para que ganara Manuel Añorve Baños, y de esa forma mantenerse dentro de la ubre del presupuesto, a la que, dicho sea de paso, ordeñaron bien y bonito.
Ahora la historia pinta totalmente diferente para el PRD. De entrada, el jefazo Ángel Aguirre les ha demostrado ser un político congruente, al manifestar su próxima afiliación a su partido y la integración de un gabinete en donde el 60 por ciento sean perredistas. Lo cual se ha comenzado a ver, con ofrecimientos concretos. Por ejemplo, en secretarías, ahí están la de salud, para Lázaro Mazón Alonso, y la de desarrollo social, para David Jiménez Rumbo. Sin olvidar la procuraduría de justicia, en donde ya mencionó al ex alcalde porteño, Alberto López Rosas.
Hoy, a diferencia del sexenio que está por concluir, el PRD si será gobierno. Lo que hará imperativo un trabajo de limpia al interior del nuevo gobierno, en donde la horda de millonarios gestada durante el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, no deberá tener espacio. Para que el PRD complete su fiesta, debiera cerciorarse que todos los cargos de confianza tengan relevo, a efecto de garantizar un cambio real y desterrar toda huella y rastro del gobierno despótico y soberbio que está por concluir. Una limpia de esa índole, le vendría bien al PRD, y sería, hay que decirlo, un acto de justicia para miles de trabajadores que están hartos del Zeferinato.
El que hoy, el PRD esté de fiesta, también es una buena señal para el pueblo de Guerrero. Y lo es, no porque van a cambiar los rostros y los nombres en la administración estatal, sino porque la inclusión del 60 por ciento de perredistas, es una manifestación elocuente de que el jefazo Ángel Aguirre es un político de palabra. Un hombre congruente con lo que dice y hace.
Eso significa, que si el gobernador electo ofreció hacer un gobierno itinerante y con un alto sentido humano y social, no hay duda, que se avecina un nuevo horizonte para Guerrero. Se avecina un gobierno sensible y solidario con los miles de pobres que habitan esta tierra del sur. Ese es el mensaje que manda el jefazo Ángel Aguirre, al venir cumpliendo con su palabra empeñada. Esa es la cuestión.
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