OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

UNA CONVIVENCIA DE DESPEDIDA
Hace seis años, el Gobernador del Estado Zeferino Torreblanca Galindo, fue abucheado por los asistentes a la plaza de toros Belizario Arteaga en Chilpancingo. Entrevistado al respecto dijo no sentirse molesto. “Al contrario, es un acicate para mi; porque voy a trabajar duro para ganarme el aprecio de los chilpancinguenses”, dijo.
Torreblanca Galindo cumplió su palabra y los capitalinos cumplieron la suya. Más de quinientos ciudadanos representativos de la capital, sostuvieron ayer una emotiva convivencia organizada por el alcalde Héctor Astudillo Flores y con reconocimientos, le agradecieron al Gobernador saliente por todas las obras que se construyeron durante su sexenio y que benefician a miles de chilpancinguenses.
Astudillo Flores expresó uno de los mejores discursos que se le han escuchado y comenzó diciendo: “Ayer por la noche decidí escribir este discurso. A mi Maestro José Francisco Ruiz Massieu le escuché decir un día: Cuando la ocasión es importante hay que escribir. Y para mi esta reunión por razones obvias, es relevante”.
Añadió: “En una semana más usted dejará el cargo de Gobernador del Estado y la presencia de todas las señoras y señores que nos acompañan, es una muestra de que sus hechos motivan a reunirse con usted y expresarle por mi conducto la palabra GRACIAS, por todo lo que hizo por Chilpancingo”.
Astudillo Flores enumeró una serie de acciones del gobernador para Chilpancingo señalando que la obra pública también es obra social: La rehabilitación del Zoológico, del Teatro María Luisa Ocampo y de la Biblioteca Central; la construcción de tres puentes sobre el río Huacapa; los colectores marginales que hicieron posible que dejara de ser un río pestilente; la construcción del edificio de la Preparatoria 1; la construcción del jardín de niños María Luisa Ocampo en la colonia Cooperativa; la construcción de la escuela Morelos en el centro de la Ciudad.
Agregó más obras: La construcción de la Escuela Julián Blanco de Petaquillas; la remodelación del primer cuadro de la ciudad, pagado íntegramente por el Gobierno del Estado; el Hospital Regional de Tierras Prietas; el libramiento Tixtla-Chilapa; las nuevas instalaciones de la Cruz Roja que se construyen al norte de la ciudad; el relleno sanitario; la planta ablandadora de Mochitlán; la planta tratadora de aguas residuales; el edificio de la Procuraduría de Justicia; el del Juzgado para Menores Infractores.
El Gobernador también aportó dos millones y medio de pesos para adquirir una moderna motobomba para combatir incendios, que ayer fue entregada al Cuerpo de Bomberos; más de cincuenta obras entre calles pavimentadas, electrificaciones, drenajes y puentes que se realizaron en Chilpancingo; el parque de la Colonia Lombardo Toledano primera etapa; el Parte Bicentenario, etc..
Astudillo definió bien la personalidad del gobernador saliente de esta forma: “una vez dije que si algo observaba en usted era la firmeza para defender lo que pensaba; su estilo de gobernar ha causado polémica, a algunos no les ha gustado. Los guerrerenses nos acostumbramos al paternalismo, a que el gobernante nos dijera lo que nos gustaba escuchar y muchas veces nos ocultaban la realidad”.
Finalmente reiteró su agradecimiento a los asistentes porque es de hombres y mujeres bien nacidos, ser agradecidos. “Reciba usted, Contador Zeferino Torreblanca Galindo, nuestro mayor deseo de que tenga éxito y que siga adelante; que exista salud para usted, para su familia para todos sus seres queridos. Queremos que se lleve usted el mejor recuerdo de Chilpancingo”, concluyó Astudillo Flores.
Una prolongada salva de aplausos coronó la intervención del Alcalde capitalino. El Gobernador Torreblanca Galindo recibió sendos reconocimientos por parte de los miembros de la COPARMEX, y representantes de los cuatro barrios tradicionales. Luego de que algunos oradores como el Doctor Ramón Albavera, presidente de la Cruz Roja, expresaran en el micrófono palabras de agradecimiento, tocó la participación de Zeferino Torreblanca Galindo.
Agradeció las muestras de afecto, especialmente las del alcalde Héctor Astudillo Flores, de quien dijo que es un hombre íntegro: un político que sabe mucho por los años que tiene en el servicio público, un hombre que hace seis años fue su acérrimo contendiente y hoy sin duda es uno de sus mejores amigos.
Al concluir la comida, los asistentes se tomaron la foto con el Gobernador quien convivió sin prisa alguna con todos, sin dejar de sentirse en el ambiente el peso de la nostalgia por lo que se termina. Entre los asistentes se quedó un agradable sabor de boca por el ejemplo que dieron Zeferino Torreblanca Galindo y Héctor Astudillo Flores, sobre lo que deben ser dos auténticos políticos y seres humanos bien nacidos.
manueltello2001@yahoo.com  

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