Por Jorge Luis Falcón Arévalo / Grado Cero Press.
Atoyac de Álvarez.- “Comercios de la calle, son los mayores proveedores de aparatos, cables e instrumentos de baja calidad y sin normas ínfimas, que han provocado cortos circuitos y alguno que otro incendio, dentro de los hogares; porque además son productos sin garantía.”
Así lo estima el ingeniero electricista Juan Pardo Gallegos, de una universidad privada del puerto de Acapulco, quien agrega que en toda la franja costera de Acapulco hasta Zihuatanejo, la proliferación de mercados ambulantes y de semi fijos, sin que haya el cuidado o la supervisión honesta y ética por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que se ha convertido en una dependencia alcahueta.
El especialista manifestó que “la venta indiscriminada de soquet, toma corrientes, apagadores que no cuentan con las norma NOM de calidad; ponen en riesgo su propia vida Pone en riesgo su patrimonio, pone en riesgo a su familia. Están en estado de indefensión, esto por lo económico y bajo precio, pero sin calidad.
Lo mismo cables de luz de diversos calibres que no son los que pueden tolerar altas y bajas corrientes. A esto los fusibles y sus refacciones que deben tener un sustento técnico para poder otorgar un servicio eficiente; porque estos mismos cables perjudican a los aparatos de sonido y de televisión; como de computadoras.
Por ello, es importante que “no se compren materiales eléctricos en los puestos del comercio ambulante”, porque se carece de una supervisión y norma de calidad; ya que muchos de estos aparatos o refacciones, son importados que no cuentan con control de calidad y son mercancía pirata de dudosa procedencia; principalmente la china; y una que otra mexicana, que se va por esa vía del comercio callejero.
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