Los centros educativos sin vigilancia de prefecturas

Por Jorge Luís Falcón Arévalo/ Grado Cero Press

Atoyac de Álvarez.- “El lenguaje es un factor decisivo para entender el comportamiento de los jóvenes. Comentábamos que en él te das cuenta cómo, por qué y cuándo empiezan a tener malas amistades y compañías non gratas”, así lo estima el psicoterapeuta Alejandro Uriostegui, quien agrega, que por ese vocabulario aunque es parte de lo cotidiano de los jóvenes en las escuelas, también, es una observancia de los padres averiguar qué pasa y qué sucede”.
“Hoy vemos en las escuelas que los muchachos pretenden imitar algunos los actos vistos en revistas, cine o internet; otros, por iniciativa propia de la experiencia  aquellos más por el despierte de la libido. Y ya a temprana edad andan en el noviazgo; por lo que esto se refleja en su comportamiento y sus acciones diarias”.
“Común es observar en las escuelas de nivel medio y medio superior, que los jóvenes, empiezan con el “escarceo amoroso”, que puede terminar en embarazo no deseado. Esto debe ser detectado oportunamente, cuando en las escuelas se cuenta con el personal apropiado –prefectos- para detectar a jóvenes en esos inicios amorosos”.
En las preparatorias y secundarias de Atoyac de Álvarez, San Jerónimo de Juárez, Tecpan de Galeana y Coyuca de Benítez, la constante es la misma, hasta dentro de los mismos salones; o, en la hora del recreo, o refrigerio, están los “arrumacos”, los “abrazos excesivos” y las proposiciones que van más allá de una caricia amoroso y cálida, dice el especialista en problemática conductual de jóvenes. “Debemos se vigilantes”.
“Es responsabilidad de los maestros detectar este tipo de acciones; aunque muchos digan “mi obligación es venir a dar la clase”. Es cierto, pero moralmente están comprometidos a detectar estas actitudes de juventud, para evitar embarazos no deseados”, asienta el entrevistado.

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