Gobierno de estadísticas
Por Jorge Luis Falcón Arévalo/ Grado Cero Press.
Nasrudín decidió que podía beneficiarse aprendiendo algo nuevo y fue a visitar a un renombrado maestro de música:
- ¿Cuánto cobra usted para enseñarme a tocar la flauta? - preguntó Nasrudín.
- Tres piezas de plata el primer mes; después una pieza de plata por mes - contestó el maestro.
-¡Perfecto! - dijo Nasrudín; - comenzaré en el segundo mes.
Esta anécdota del Mulla Nasrudín, viene a colación, en el sentido de que las dependencias de gobierno, en vez de realizar su trabajo en hechos concretos -cual es fundamentalmente su función, porque manejan recursos económicos- se dedican a exponen en gráficas las estadísticas; bien sea, de pobreza, feminicidios, desempleo.
Cuando esto compete a instituciones de índole académico como Inegi o Cimtra.
¿Luego entonces? ¿Para qué sirven esos burócratas que no entienden la administración en su más pura esencia? Esta es la espiral de un gobierno ineficiente y propenso a la cleptomanía, que conlleva las mismas políticas del Zeferinato.
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