FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez

EDOMEX: A 48 HORAS.
Los ciudadanos del Estado de México elegirán a su gobernador este domingo 3 de julio en las urnas. Todo se encuentra listo para la celebración de la jornada electoral. Una cómoda ventaja les lleva el candidato del PRI, Eruviel Ávila a sus adversarios del PRD, Alejandro Encinas y del PAN, Luis Felipe Bravo; de 30 y 40 puntos porcentuales, respectivamente.
A 48 horas de los comicios en el vecino Estado de México, se espera una amplia y contundente victoria en las urnas del candidato priista Eruviel Ávila Villegas; se anticipa que el triunfo del candidato priista será de 3-1, 4-1 y, en algunos casos, hasta de 5-1. Se descarta que el proceso electoral vaya a remitirse a los tribunales electorales.
La victoria de Ávila Villegas será la del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y  la derrota del PRD, de Andrés Manuel López Obrador, y el fracaso del PAN, de Felipe Calderón. La victoria del PRI reposiciona a Peña Nieto y lo perfila más como el puntero en la carrera presidencial del año 2012.
El verdadero enemigo de Peña Nieto, tiene nombre y apellido: fue  gobernador del estado de Sonora, es actual Senador de la República y agazapado espera que Enrique cometa alguna falla, o bien que la guerra sucia logre tumbarlo de las encuestas, lo cual se ve muy difícil.
REUNIÓN: FIGUEROA-MARCO LEYVA.
“Ayúdeme don Rubén, quiero que me regresen la presidencia estatal del PRI, que a la mala me arrebató mi primo Efrén”, le expresó en tono humilde -raro, ¿eh?- el diputado Marco Antonio Leyva Mena al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, en un restaurante de la capital del país.
Un desesperado y arrogante Marco Antonio, hizo el viaje al Distrito Federal para, con actitud humilde, entrevistarse con el viejo zorro de la política Rubén Figueroa Alcocer, quien aceptó dialogar con el diputado priista que aspira continuar en política luego de los acontecimientos del pasado 30 de enero cuando el PRI perdió la gubernatura de Guerrero.
Figueroa Alcocer, de colmillo muy retorcido como Mamut, con más de 40 años militando en el PRI, partido del que conoce sus tripas y vísceras, el veterano político cuestionó a un nervioso Leyva Mena: “A ver Marco Antonio, me puedes decir: ¿cuántas elecciones en urnas has ganado, como para pedirme que te ayude para que vuelvas a ser presidente estatal del PRI?”
Ante tal pregunta, Marco Antonio se apachurró todito pues no pudo responder, simple y sencillamente porque la diputación  -plurinominal- que ostenta, se la auto-regaló hace dos años cuando fungió como dirigente estatal del PRI, con lo cual prácticamente Figueroa lo descartó para ocupar la silla tricolor. Marco, no pertenece al grupo figueroista, pero fue al DF a rogarle a Figueroa que le ayude para que le devuelvan “su” PRI.
Figueroa le hizo ver a Marco Antonio que, quienes tienen la sartén por el mango, y reparten el queso en el PRI nacional -hoy por hoy-, son los siguientes jefes: Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México; Humberto Moreira, líder nacional del tricolor y Luis Videgaray, dirigente estatal priista en el Edomex. No más.
Y es que Figueroa Alcocer, político de los de línea dura del PRI, tiene otros planes; Marco Antonio, no encaja en ellos. El viejo político quiere como presidente del PRI estatal a cualquiera de estos dos diputados federales: Cuauhtémoc Salgado Romero y/o Fermín Alvarado Arroyo.
Pero si Fermín resultara  elegido en el PRI estatal, prácticamente estaría descartado para la candidatura a la alcaldía de Acapulco, su sueño dorado, la joya de la corona.
Sin embargo, el personaje más cercano al grupo mexiquense que ahora tiene el predominio en el PRI nacional y es amigo de Peña Nieto, de Humberto Moreira y de Luis Videgaray, se llama Mario Moreno Arcos, diputado federal. La puja por el PRI de Guerrero apenas empieza. Después del 3 de julio habrá “humo blanco” en el tricolor guerrerense.
CHIVO EN CRISTALERÍA.
No cabe la menor duda: Muchos perredistas a quienes se les dio chamba en el gobierno estatal,  no tienen la menor idea del servicio público y menos conocen del manejo de políticas públicas, carecen de experiencia y se siguen comportando como vándalos haciendo pésimo papel como protagónicos de eventos radicales. Un ejemplo: Arturo Hernández Cardona, funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social. Se supone que éste pintoresco personaje debe desempeñar su labor en oficinas, atender a los campesinos y resolver conflictos. Pero no: Arturo, anda tomando ayuntamientos con violencia, bloquea vías de comunicación y hasta insulta a las autoridades municipales. Olvida que es funcionario de Poder Ejecutivo, pero se comporta como chivo en cristalería. Hernández Cardona, es uno de los se perfilan para que el gobernador Ángel Aguirre Rivero le saque tarjeta roja cuando la actual administración cumpla cien días. Ni la duda cabe… Punto.
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