LA RUEDA DE LA FORTUNA

El PRI quiere volver. ¿Más ostracismo?

En el estado de Guerrero, 75 años nos gobernó el PRI, fueron siete décadas y media que gobernantes priístas hicieron lo que les venía en ganas sin que ninguna Ley los metiera en cintura por los desmanes cometidos y si había una inconformidad legal, allí estaban a su disposición los diputados locales del tricolor y los jilgueros matraqueros que los tenían bien maiceados.
Acostumbrados siempre a sentirse como reyes, estos gobiernos dejaron una estela de miles de familias viviendo en la vil miseria y pobreza, acompañados de unos cuantos grupos distinguidos por sus riquezas, evidenciando notablemente las desigualdades económicas y por ende de bienestar familiar entre unos y otros. A pesar del surgimiento de un partido político de oposición real y verdadera en el año de 1989 (Partido de la Revolución Democrática, PRD), el PRI siguió en el gobierno, y fue tanto su descaro y cinismo, que se le llegó a conocer como el    PRI – Gobierno, por su mezcolanza descarada entre el Gobierno y el partido del PRI, pues no se tenía el más mínimo cuidado para tratar una situación, o sea no se sabía distinguir entre ese partido tricolor o el Gobierno, pues como ya se dijo inicialmente, no tenían de quien cuidarse. ¿La oposición? ¿Cual oposición? No había, objetivamente hablando…hasta que la Universidad Autónoma de Guerrero, allá por los primeros años de la década de 1970, se entrometió en la politica del estado al ver el grado de indefensión a que se tenía sometido al pueblo de Guerrero. Y fueron las luchas sociales emprendidas por nuestra Alma Mater en aquellos años, con grandes luchadores sociales como Rosalío Wences Rosas, Armando Chavarría Barrera, Guillermo Sánchez Nava, Saúl López Sollano, Eloy Cisneros Guillén, Arturo Miranda Ramírez, Rogelio Ortega, y tantos otros que escapan a mi memoria, que se dieron los primeros marrazos a la estructura priísta, y fue tal su movimiento telúrico, que finalmente en febrero de 2005, aquel PRI invencible, aquel que ganaba de todas, todas, se derrumbó, se desmoronó y se vino abajo electoralmente a manos del PRD con un candidato que se creía que de verdad haría cambios estructurales, de fondo, para ver hecho real el sueño de miles y miles de guerrerenses, pero que desgraciadamente desde mucho antes del término de esa Administración gubernamental estatal, se quedaron nomás con la esperanza de que las cosas cambiarían. Sin embargo, de lo menos malo de lo peor, se puede afirmar que la gente no perdió el ánimo y el denuedo y nuevamente lo intentó en recuperar su grandeza y es así, que miró con buenos ojos al ex – priísta Ángel Aguirre Rivero, a quien le apostó electoralmente para felizmente llevarlo a la Gubernatura del Estado, a Casa Guerrero, apachurrando las ganas del PRI por retornar a instalarse en el Gobierno del Estado. Es tan fácil decir todo esto, pero no ha sido así de  fácil  haber llegado a contar esta situación política en nuestro estado de Guerrero. No obstante, los que aún sueñan con volver a sentirse los reyes en el estado, todavía siguen allí, agazapados y no. De nosotros va a depender en gran medida que esos especímenes regresen a tomar las riendas estatales, pues han demostrado con mucho y con creces, que factores negativos y nefastos para la sociedad guerrerense, como la impunidad, la corrupción, el compadrazgo, el saqueo, el amiguismo y el valemadrismo, han brillado más intensamente cuando están al frente del Gobierno estatal. En el ámbito nacional, las cosas son un tanto diferentes, y de ellas hablaremos en otra ocasión, pero si, les adelanto que en el año 2000 el PRI dejó de gobernar en nuestro país, después de 70 años de ser inquilino en Los Pinos…HASTA PRONTO.