APUNTES DE UN VIEJO LEPERO

Por Jeremías Marquines


Walton, demagogia electoral

El senador Luis Walton Aburto, eterno aspirante a la alcaldía de Acapulco, hizo este domingo 25 de septiembre un acto para mostrar su músculo con el que piensa volver a competir por cuarta ocasión, todas las demás veces ha perdido. Según reportes de prensa, reunió unas ocho mil personas con el pretexto de un informe de labores legislativas. Como un acto de generosidad política asistió el gobernador Ángel Aguirre y parte de su gabinete.
Más que un informe de labores, pues en realidad su ocupación como presidente nacional del Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), le quita todo el tiempo que debería ocupar como legislador, lo que leyó ante ciudadanos acarreados de diferentes colonias de Acapulco, fue un ideario demagógico donde faltaron las acciones para remediar “la terrible situación” por la que atraviesa el municipio.
Sin mencionar resultados o gestiones que haya hecho para atajar lo que llamó “momentos catastróficos” por lo que vive el turismo, Walton sólo expuso sus preocupaciones como la que todos los días expresa cualquier ciudadano pero sin cobrar por ello en el Senado. Como única mención de trabajo legislativo dijo que el pasado 14 de septiembre presentó un punto de acuerdo para exhortara a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que envié una nota diplomática a los países que activaron alertas para no visitar México por la inseguridad con el fin de la que retiren. Un punto de acuerdo es un llamado a misa. Aparte de este punto de acuerdo, no dijo que haya hecho algo más por atender la catastrófica situación del turismo.
No obstante, el senador le preguntó retóricamente a la audiencia: “¿qué hemos hecho nosotros por Acapulco? Porque nosotros somos responsables también de lo que pasa”. Esta pregunta es una gran verdad, pero no cabe en la boca de alguien que sí pudo hacer algo por Acapulco. Por eso, la pregunta correcta es ¿qué ha hecho Walton, como senador, por Acapulco? ¿Presentar un punto de acuerdo en seis años, o una ocurrencia propagandística como la policía federal turística que no será aprobada? ¿Dónde está pues el cariño por Acapulco?
Bueno, el cariño lo mostró como efecto publicitario al mencionar, “con voz entrecortada y lágrimas en los ojos”, lo que ha repetido cada vez que quiere ser candidato a la alcaldía: que él nació en Acapulco, “aquí tengo mis sueños y mis anhelos, pero se me parte el alma al ver en qué condiciones se encuentra Acapulco”. La frase publicitaria tuvo respuesta inmediata con un gran aplauso.
Y entonces, como si fuera cualquier otro acapulqueño más sin cargo de senador, siguió  diciendo lo mismo que ya ha dicho: que “conoce a Acapulco en su transformación, desde cuando la derrama económica llegaba a todos los acapulqueños. Cuando en Acapulco no había crisis, cuando en Acapulco en las calles se podía caminar de madrugada y no pasaba nada”.
El que ha sido tres veces candidato a la alcaldía, siguió con su discurso demagógico: “hoy me duele la caída del sector turístico, la economía de los acapulqueños depende del sector turístico, si le va a ir bien al sector turístico, le va a ir bien a todos los guerrerenses”; y para que no quede duda de que todo es demagogia dijo: “por eso mi trabajo en el Senado de la República se enfoca a la reactivación de este sector para que se traduzca en crecimiento para todos los destinos turísticos, sobre todo para Acapulco”. Así lo dijo, pero no mencionó, ni dio ningún ejemplo o muestra de ese trabajo en el Senado. Es decir, lo que dijo fue puro rollo demagógico.
Para mejor efecto, Walton organizó su llamado informe en tres ejes: turismo, seguridad y educación. Pero en ninguno de los tres ejes informó de resultados concretos para Acapulco. Todo lo que dijo fueron frases y párrafos cargados de futurismo electoral como por ejemplo el siguiente: “Acapulco mejor, claro que es posible. Juntos podemos construirlos si a los valores que nos acompañan, como el extraordinario don de gentes de nuestro pueblo, sumamos una mejor seguridad, empleo digno, un gobierno honesto e incluyente, cercano a la gente, capaz de devolverle a nuestro puerto la alegría de vivir”.
En la parte de “seguridad y justicia”, solo repitió lugares comunes que se dicen todos los días en la prensa como por ejemplo: “que la República entera es territorio del hampa; que la guerra contra el narcotráfico declarada por el gobierno federal ha tenido resultados terribles; que México requiere un golpe de timón en la estrategia de seguridad y en la manera en que se imparte la justicia”. Ninguna idea propia.
Y ya por último, en la parte de la educación sólo recordó que en una reunión de presidentes de partidos políticos con el Presidente de la República, le dijo que “debe regresarse a ver a la educación”. “Necesitamos apostar por la educación si queremos sacar al país del atraso y la miseria”. Otro trilladísimo lugar común de los discursos políticos, pero aquí tampoco habló de algo que hubiera hecho como senador para mejorar la educación en Guerrero o Acapulco.
En resumen, este fue el informe de Walton, lo demás fue parte de su predestape, como bien lo calificó el gobernador Aguirre en sus declaraciones posteriores. Luis Walton no ha tenido suerte como candidato. En las tres veces que ha competido siempre ha estado muy arriba en las encuestas ciudadanas. Ha ganado encuestas pero ha perdido elecciones. La opinión ciudadana lo ha visto bien pero no lo elige. Es la prueba viviente de que las encuestas no reflejan la realidad y, en cuanto a la predicción del futuro, tienen el mismo poder que un brujo de Catemaco con consultorio en La Merced.
Dicen algunos que Walton no es una mala persona; lo malo de él es su carácter despótico y su retórica, dizque ciudadana, que recuerda a otro empresario al que también le dio mucha ganancia el puerto de Acapulco, y que luego de varios intentos, logró ser alcalde y luego gobernador con la ayuda del PRD, Zeferino Torreblanca, de triste memoria por su neoliberalismo ejidal, y su menosprecio por las hordas que le ayudaron. Contra esos fantasmas tiene que luchar Walton, ni más ni menos. Además de que “el obradorismo” de su Movimiento Ciudadano, no es de la empatía del gobernador que apoya a Marcelo Ebrard. Las sonrisas públicas no necesariamente evidencian acuerdos privados.
A lo anterior hay que sumar que Acapulco atraviesa un momento social y político muy distinto a cuando le ganó el priísta Manuel Añorve al PRD. En la pasada contienda electoral, el PRD no perdió por la supuesta división, fantasma que usa Walton para forzar una alianza a su favor, sino porque el gobierno de Zeferino Torreblanca golpeó inmisericordemente al gobierno perredista de Acapulco, en manos de Félix Salgado, para facilitar la llegada a Manuel Añorve.
Acosado por la campaña negativa desde el gobierno estatal, y por sus propios errores y grosera trivialidad, la campaña negra contra el gobierno de Félix le pegó electoralmente al PRD. A Manuel Añorve se le creó un escenario a modo, al grado que pudo venderse como el que podía salvar a Acapulco del desastre o “terremoto” como calificaron a Salgado Macedonio. A este escenario se sumó el poder corruptor de Añorve, la motivada y hambrienta maquinaria del PRI, y la falta de conducción y liderazgos políticos en el PRD, controlado entonces por Nueva Izquierda. Acapulco se perdió para el PRD.
Sin embargo, el contexto ahora es al revés. El gobierno priísta de Acapulco está peor que el de Félix Salgado. Lo avanzado en nueve años de gobiernos del PRD fue echado a la basura por Manuel Añorve. El turismo prácticamente no existe ya, los servicios urbanos están colapsados en muchas colonias, el ambulantaje y la piratería es dueña de las calles; el agua potable sigue faltando en los hogares, la inseguridad es 200% más que en los gobiernos perredistas, la deuda del gobierno municipal alcanza casi los mil millones de pesos.
Por la parte de la percepción electoral, el PRD, al llevar a la gubernatura a Ángel Aguirre, logró remontar la crisis en la que le sumió Zeferino en 2008 cuando perdió casi todos los municipios que tenía ganados. El triunfo del ex priísta Aguirre, y la inclusión de cuadros perredistas en los principales cargos del nuevo gobierno, trajo como consecuencia la revitalización electoral del partido del sol azteca. Ante las nuevas expectativas logradas, muchos de los cuadros que anteriormente se habían fugado a ex Convergencia y por momentos al PRI, están de regreso, el PRD en Acapulco está de nuevo con posibilidades de triunfo en el 2012, solo falta el candidato.
LA CONTRA
Ciertamente los profesores tienen razón en protestar por la inseguridad en la que trabajan. No tienen razón, cuando afirman que no están dispuestos a sacrificar unas horas más para recuperar las clases que se han perdido, eso es muestra, sin lugar a dudas, de mezquindad y de que no le importa en lo mínimo el bienestar educativo de sus alumnos. La crisis de los maestros de Acapulco que se niegan a volver a clases, es cierto que tiene que ver con la inseguridad, pero también con las ambiciones políticas de sus líderes que vieron en este problema la oportunidad de medrar, sumado, claro está, a la falta de sensibilidad y visión política y social de los funcionarios de gobierno que en lugar de atender inmediatamente el origen del problema lo primero que hicieron fue responder con insolencia, amenazas, menosprecio y, finalmente, intentaron desprestigiarlo. Muy tarde fue la respuesta del gobernar que (al igual que lo hacía Zeferino Torreblanca) como un príncipe accedió a reunirse con los maestros, pero hasta que tuvo ganas… Nada se le iba a caer si se hubiera reunido antes y evitar así que este problema se descarrilara como ya ocurrió… La solución de mandar rondines de policías a las escuelas es muy endeble. Los policías se meten a sus patrullas y se duermen dentro. Tienen miedo, los botones de alerta no funcionan porque apropósito los gendarmes tratan de llegar tarde para no chocar con los malos. ¿Entonces quién podrá defenderlos?... Entre las demandas de seguridad de los maestros, el gobierno estatal debería incluir la aplicación de exámenes antidoping a quienes pasan varias horas al día “educando” a las niñas y los niños de Guerrero, pues no se descarta que varios miles de los que forman el magisterio guerrerense sean también consumidores de alguna droga. La medida que se aplicó a los funcionarios de gobierno debe ser extensiva a los maestros por seguridad de la niñez y como medida contra las adicciones…. Saludos al maestro Misael Habana de los Santos, desde la redacción…. Dato para la nostalgia acapulqueña: Le dome discoteque fue inaugurada el 22 de diciembre de 1968, y cerró sus puertas el domingo 28 de noviembre de 1993; parte fundamental de la memoria de Acapulco se encuentra en estos palacios de sonido, cristal y luz… Se dice que el edificio inteligente que comenzó a construir el pasado gobierno estatal, ubicado en la Costera de Acapulco, se va a quedar a medias durante los próximos tres años, pues parte del dinero que estaba destinado para concluirlo ya se gastó en otras cosas. De allí salieron los 50 millones para el auditorio Bicentenario en Chilpancingo, una obra de relumbrón que realmente no era una gran necesidad terminarla, nunca hubo marchas, exigencias, ni críticas periodísticas que se acordaran de ese armatoste. Fue mero capricho su conclusión. Pero bueno, ya se terminó ¿y ahora con qué se llena?...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario