Descuartizan a dos Gay’s y los mandan en taxi a Coahuayana con mensaje

Angel Méndez

Coahuayana, Mich.- Un hecho aterrador y de violencia extrema, fue el ocurrido el sábado próximo pasado al medio día en la región limítrofe de los estados de Michoacán y Colima, donde sujetos desconocidos en la localidad colimense de Cerro de Ortega, a punta de pistola secuestraron un taxi michoacano de El Ranchito junto con su conductor; lo llevaron por el rumbo del pueblo Colimote de Callejones, donde descuartizaron vivos a dos jóvenes homosexuales reportados como desaparecidos hace varios días; metieron los cuerpos troceados en seis bolsas; y finalmente el macabro “paquete” fue enviado en la cajuela del auto de alquiler al municipio de Coahuayana con un mensaje cuyo texto no fue revelado.
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De lo sucedido se informó que el sábado al mediodía el taxi número 10 del sitio El Ranchito del municipio de Coahuayana, de regreso a su base recogió en la carretera a una pasajera en el pueblo de Cerro de Ortega, Colima, en las inmediaciones de la Clínica Leaño del lugar, señalando el taxista de nombre Miguel “n”, que unos metros más adelante en uno de los topes que hay en esa rúa, se le emparejó una motocicleta con dos sujetos armados, los que le encañonaron y le dieron instrucciones de tomar rumbo al camino que va al pueblo de Callejones, bajando a su clienta y subiéndose uno de los desconocidos al auto de alquiler.
El taxista dijo a las autoridades que una vez que salieron de la población de Cerro de Ortega, ya en el camino que va a la comunidad de Callejones, le ordenaron detener el taxi y meterse a la cajuela, lo que hizo, diciendo que poco después pudo abrir la cajuela y se lanzó del auto en movimiento, pero sus captores se dieron cuenta y regresaron por él, regresándolo al vehículo, pero esta vez amarrado y con la cara tapada.
En su declaración, el trabajador del volante señaló que después de esto, el vehículo conducido por sus secuestradores siguió su camino hasta que se detuvo en un lugar donde ya lo esperaban, pudiendo escuchar que algo les hacían a unas personas que poco después se quedaron calladas, sintiendo enseguida que subieron algo al taxi para luego poner en movimiento otra vez la unidad automotora.
El taxista Miguel declaró que después sus captores que siempre tuvieron la cara tapada, detuvieron el vehículo y le destaparon la cabeza, dándole instrucciones de llevar al municipio de Coahuayana el “paquete” que le habían echado en la cajuela junto con un mensaje, amenazándolo con que de no cumplir al pie de la letra las instrucciones la pagaría después.
De esta manera, el taxi pasó con su macabra carga por el pueblo de Cerro de Ortega, por el retén militar donde desde hace varios días no hay soldados, por el puente en obras de ampliación sobre el Río Coahuayana, por el crucero de Boca de Apiza hasta llegar a su destino en La Parota junto al sitio de taxis de El Ranchito, donde abrió la cajuela llevándose la sorpresa de su vida al ver lo que transportaba, trasladándose luego a la base de marinos ubicada en el aeropuerto de esta misma localidad, los que posteriormente lo llevaron escoltado al Centro de Protección Ciudadana para que el agente del Ministerio Público realizara las diligencias correspondientes.
Ya bajo el resguardo de las autoridades de la PGJE y de la Armada de México así como del Ejército Mexicano, se bajó el macabro “paquete” compuesto por seis bolsas grandes de plástico negro, en cuyo interior estaban los cuerpos descuartizados de dos jóvenes homosexuales y de algunas de sus pertenencias entre las que se incluía sus identificaciones, con lo que se pudo saber que los asesinados, cuyos restos estaban tibios aún y sin presentar las características del rigor de la muerte, en vida se llamaban Javier Tolentino Birrueta, de 17 años de edad, con domicilio en la calle Belisario Domínguez 225 de la colonia San Isidro de Cerro de Ortega, y Edgar Anguiano Meraz de 20 años el cual vivía en la calle Rey Colimán sin número de la colonia San Antonio del mismo poblado de Cerro de Ortega.
Los victimarios de los dos jóvenes homosexuales trocearon los cuerpos cortando del tronco las cuatro extremidades y la cabeza, quedando así cada uno de los cadáveres divididos en seis partes, mismas que fueron embolsadas junto con algunos artículos personales de los difuntos.
La autopsia de rigor fue realizada por personal de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán a través del Servicio Médico Forense de Coahuayana, entregándose los cuerpos a los deudos una vez concluida esta diligencia ya en la madrugada del domingo.
El hecho causó consternación, temor y alarma tanto en Cerro de Ortega en el Estado de Colima, como en el municipio de Coahuayana, Michoacán.

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