MEMORÁNDUM

*** Heriberto Huicochea, haciendo su chamba.

Lo dicho. El Secretario de Organización del PRI estatal, Heriberto Huicochea Vázquez, está haciendo su chamba. Ahora salió al paso para defender al dirigente estatal, Efrén Leyva Acevedo, ante los ataques realizados por el diputado local y aspirante a la alcaldía capitalina, Marco Antonio Leyva Mena. No podía ser de otra manera. Callar y dejar que todos acribillen al dirigente, sería tanto como aceptar que desde la dirigencia del tricolor no se está haciendo nada para fortalecer a ese instituto político.

Así es. Una cosa es que Efrén Leyva sea un apestado para muchos priístas y otra muy distinta que el PRI sea totalmente inoperante. De entrada, el trabajo realizado en el proceso electoral para elegir gobernador, en donde obtuvieron más de medio millón de votos, habla de una buena estructura electoral, en donde evidentemente, debe estar depositada la mano de Heriberto Huicochea.
Hace escasos días, el PRI estatal renovó su consejo político, en el que si bien es cierto, se realizó un traje a la medida de algunos personajes políticos, no se puede negar que el trabajo se hizo. El órgano deliberativo se conformó y es una muestra de que la dirigencia no se encuentra en un estado de inoperancia o vegetativo.
Es innegable que Efrén Leyva es un personaje nefasto y carente de una buena imagen que ayude a su partido. Es más, se imponía su salida de la dirigencia después de la derrota de enero. Su postura en diferentes momentos ha dejado en claro que es un político con escasa agilidad mental. Pueden más sus vísceras que la poca materia gris que parece tener. Nadie en su sano juicio puede negar que es un político arribista y oportunista. Un personaje déspota y prepotente. Pero eso no significa que todo el PRI tenga o sufra de esa misma contaminación. Hay secretarios y dirigentes que se salvan de ese tipo de calificativos.
Heriberto Huicochea, al defender a Efrén Leyva, no parece estar diciendo que éste sea una blanca palomita, sino que se asume como parte de la dirigencia priísta y sale en defensa de un proyecto, del que tal vez, busca encontrar, hay que decirlo, el reconocimiento a la carrera de partido. Lo interesante será ver si en las elecciones de 2012 le reconocen la habilidad y tacto que ha puesto en la secretaría de organización.
Es cierto, la conformación de los órganos deliberativos del PRI no ha gustado a quienes quedaron excluidos de ellos. Pero al final de cuentas, la queja va en contra de un sistema que antes aplaudieron, como sucedió cuando vitorearon la imposición de Manuel Añorve Baños como su candidato a gobernador. En aquella ocasión, los próceres eran Dioses del Olimpo.
Dentro de ese sistema, de “usos y costumbres”, Heriberto Huicochea está haciendo su chamba. El librito marcaba defender a Efrén Leyva, porque de esa manera no solamente defiende su posición, sino la de aquellos personajes recomendados por aquellos que siguen dictando las reglas del juego en ese partido.
En ese contexto, lo importante será ver, si después de entregar buenas cuentas en materia de organización electoral y hacer su labor política, esos a los que hoy defiende, el día de mañana le ayudan para proyectarlo a un espacio de representación popular. ¿Será que ya le prometieron una diputación plurinominal? Esa es la cuestión.
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