PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

NO TE DEJES ENGAÑAR; TU VOTO VALE

“Cuando los Tiranos parecen besar, ha llegado el momento de ponerse a temblar”.
Shakespeare.

Aunque parezca una paradoja el criticar acremente la ley que rige las actividades del Instituto Federal Electoral (IFE), encargado de lograr buenos resultados de los procesos políticos para elegir candidatos a cargos gubernamentales de elección popular, no nos queda más remedio que aceptar los ya inevitables próximos comicios que, por su importancia del cambio más destacado de los cargos que regirán de hecho los destinos del país y con ello los del pueblo.,
así nada más nos ofrezca el sistema político instrumentado por el monopolio de la partidocracia con fichas lisas de tanto usarse sin resultados dignos de tomarse en cuenta, como Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota rebasadora de el bisoño Ernesto Cordero y el trasnochado Santiago Creel con poco más de una raquítica mitad de 500 mil panistas, quizá por su meteórica carrera política y tal vez por eso, pues de diputada plurinominal, dos secretarías y diputada federal salto a candidata del empoderado partido, y del menos desprestigiado Andrés Manuel López Obrador, además de la cauda de politicastros del montón, debe ser., sin excusa alguna, motivo de nuestra mayor preocupación para borrar de nuestro destino estas fatales tres últimas décadas y olvidar para siempre los 70 años de simulación que nos heredó nuestra frustrada revolución.
A falta, cierto, de un auténtico, limpio y transparente ejercicio democrático en el país, no debemos, por ningún motivo soslayar lo que esta en juego en estas elecciones tan llenas en las campañas promocionales de superficialidades añejas y repetitivas instrumentadas más como mensajes subliminales embobadores, que exigen planes y políticas de gobierno concretas y compromisos específicos de renovación social que obliguen, desde ya, a los candidatos decretar cuando menos el referéndum y la revocación de mandato como promesa obligada a obedecer, para que no queden en puras balandronadas y burladores compromisos y, eso sí, que lo firmen.
Hay que abrir muy bien los ojos, agudizar los oídos y sobretodo despertar plenamente el cerebro para definir con precisión quien de estos candidatos presidenciales será la mejor opción para lograr verdaderamente conducir un buen gobierno, a quien elegir para entregarle nuestro valioso voto y colegir que será el indicado para llevarnos por el sendero del progreso lógico y ecuánime para el bienestar de todo el pueblo sin excepción, sin esas desastrosas desigualdades que han mantenido la oligarquía y la plutocracia a mexicanos de primera, que digo, primerísima (Slim, el más rico del mundo y más de 300 como en tiempos de don Porfirio), otros más en la mediocridad de la clase mediera y la gran mayoría todavía en subescalas de la pobreza a la detestable miseria.
Debemos pues, ante la falta de herramientas democráticas que no garantizan unas elecciones transparentes y ecuánimes por un IFE incompleto, minusválido y vulnerable todavía al trinquete, al soborno y al manipuleo de las perversiones politiqueras, acudir, bien preparados con nuestra decisión acorde con la realidad a votar decididamente por el mejor candidato o por el ciudadano que nos parezca más valioso así sea cancelada nuestra elección, que también contará, quizá como abstención indicativa del rechazo a un proceso electoral incompleto, pero que hará valer nuestro voto como muestra de la sed de democracia a la que aspiramos y de la que no claudicamos con la esperanza de que el próximo presidente y el Congreso ya decidan el siguiente paso hacía la ansiada transición democrática, con elecciones por mayoría absoluta, plebiscito, referéndum y revocación de mandato ya…Patria para todos!
BALA PERDIDA. 
Y en tanto la candidata del PAN a la presidencia del país, Josefina Vázquez Mota habla ya de continuidad a una política que apunta como prioridad la seguridad., el temor, la falta de justicia y la impunidad rayada por la incompetencia mayormente de una policía federal con más de 30 mil millones de pesos del presupuesto y unos 60 mil millones más por el respaldo del Ejército y la Marina, el terror del “extraño enemigo” que desestabiliza a nuestra sociedad cobra su cuota sangrienta en otra incompresible masacre de nueve parroquianos y músicos del bar “Far West” de Chihuahua, ajenos a la incontenible barbarie de más de 50 mil muertos.

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