OPINION

Por Manuel Tello Zapata

INDAGATORIAS TRUNCAS 

Al cumplirse ayer tres meses del encontronazo entre policías federales y estudiantes de Ayotzinapa, causó controversia la noticia que difundió profusamente el canal Milenio de TV, donde el ex Sub secretario de Asuntos políticos, Víctor Aguirre Alcaide, afirmó que en esta semana se conocerá la identidad de los asesinos materiales que privaron de la vida a dos estudiantes.

La afirmación de este ex funcionario perredista que hoy busca una candidatura a diputado plurinominal, debe tomarse como un asunto meramente personal, y podría fundamentar su tesis en documentos que se llevó a casa, luego de renunciar al cargo en el gabinete aguirrista. De cualesquier forma es una manera temeraria de darse luz pública ¿Con fines electoreros?.
Noventa días después de los lamentables hechos, la investigación oficial tiene más agujeros que una raqueta. Se encuentra totalmente sesgada hacia una sola parte y seguramente esa parcialidad llevará los resultados de la averiguación previa, al precipicio.
Ayer se conoció que están listas cinco órdenes de aprehensión contra ex funcionarios de la Procuraduría de Justicia guerrerense. Sin embargo, no se ha dicho absolutamente nada de los policías federales, que fueron quienes directamente se enfrentaron a los rijosos “ayotzivándalos”.
Lo peor: no se ha citado a declarar a estos pseudo estudiantes, quienes se encuentran directamente relacionados con la muerte de Gonzalo Miguel Rivas Cámara y quienes incendiaron la gasolinera: gente de Ayotzinapa indudablemente, deben también pagar por ese deleznable hecho.
Estos falsos estudiantes siguen siendo títeres de los lucradores sociales que tras el grupo llamado Tlachinollan, dirigen sus pasos. Ellos amenazan con más movilizaciones si se cita a declarar a uno solo de los estudiantes que lanzaron piedras de grueso calibre contra la policía federal y les mentaban la madre, entre otras lindezas (“así le habías de hacer a los narcos, hijo de la chingada”); policía que respondió con disparos al aire para amedrentar a los rijosos, sin descartar que algunos de esas balas fueron las que mataron a dos jóvenes y no las de los ministeriales del Estado.
GUERRA SUCIA
Luego de que Héctor Astudillo Flores solicitara licencia para separarse del cargo como Presidente Municipal de Chilpancingo, surgieron de pronto voces críticas que se le fueron a la yugular, haciéndolo con más mala fe, que con un argumento debidamente fundamentado.
Astudillo deja un municipio en paz: una administración trabajando con toda normalidad y con una gran cantidad de obras sociales en proceso de construcción, que al final del presente año se vendrán a sumar con las más de tres mil obras que se han construido a la fecha.
Fuera de los conflictos que nos traen de fuera algunas organizaciones dizque sociales y los lucradores que las dirigen (APPG, CETEG, TLACHINOLLAN, AYOTZINAPA, etc..) en Chilpancingo no existe inconformidad por la forma de gobernar que ha hecho la comuna capitalina, así que Héctor se ha ganado con mucho trabajo y una actitud política correcta, el derecho a buscar un cargo electoral que le permita seguir vigente en el escenario político.
GOLPES BAJOS EN CHILAPA
La guerra sucia está enlodando las filas del PRI en el municipio de Chilapa, donde el “estafilococo dorado”, diputado local con licencia Francisco Javier González García, aquel que intoxicó a más de seiscientos ciudadanos luego de loca aventura del otro estafilococo, Sergio Dolores Flores, se encuentra difamando en las redes sociales a sus contrincantes, que también buscan la candidatura a Alcalde de ese importante municipio.
Javier González no entiende que su carrera política se terminó cuando se intoxicaron aquellos ciudadanos que acarreó a Chilpancingo, noticia que recorrió el mundo. La gente no votaría por este imprudente sujeto; ahora menos lo hará cuando se le observa una ambición extrema por alcanzar el poder en Chilapa.
En ese municipio se ha cometido otro dedazo e imposición al interior del PRI. Sergio Dolores Flores, alcalde con licencia que también tiene responsabilidad en la intoxicación masiva: el que tanto denunció que se quería imponer a Héctor Vicario en el sexto distrito, hoy disfruta de la imposición; porque para callarle la boca nuevamente será candidato a diputado local, dejando fuera a quien garantizaba el triunfo en ese distrito: la Doctora Verónica Muñoz Parra.
Esta gran mujer, profesionista sin mancha, goza de gran arraigo en Chilapa y municipios circunvecinos pero ahora fue víctima del dedazo. Así es el PRI nuevo, partido donde se le tiene una extraña fobia a las mujeres. Por lo menos es lo que se refleja en Guerrero.
manueltello2002@yahoo.com

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