Evodio y Walton, juntos por Acapulco

La madurez política que mostró el joven perredista Evodio Velázquez Aguirre, al aceptar que el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto, sea el candidato de la coalición de izquierda a alcalde de Acapulco, lo llevará muy lejos en la política y en su carrera al servicio de la sociedad, pues, además de esa virtud, dejó en claro que también tiene vocación.
Toda proporción guardada, la decisión que tomó el diputado local con licencia es similar a la que en su momento tomó en 1988 el entonces candidato del Partido Mexicano Socialista (PMS), Heberto Castillo Martínez, de declinar a la candidatura para dejar el paso libre al entonces recién salido del PRI Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, cuya popularidad y fuerza abanderando al Frente Democrático Nacional acabaron por romper el dique antidemocrático que había construido el tricolor a lo largo de siete décadas, y crear las condiciones para la irreversible transición democrática que se produciría años después. Heberto Castillo ya nunca pudo cumplir su sueño de ser presidente de México (el primer presidente de la izquierda), pero pasó a la historia como el hombre que puso los intereses de la patria por delante de su proyecto personal, y de ese modo hizo posible derrumbar el viejo sistema corrupto que nos gobernaba. Y eso tal vez sea más meritorio que ser presidente del país. Ahora bien, Evodio Velázquez es muy joven, comparado con el Heberto Castillo de 1988, quien murió 9 años después a la edad de 68 años. Eso significa que para el joven representante popular perredista ésta no fue la última oportunidad; vienen otras, y seguramente las sabrá aprovechar. Pero, por la madera que mostró en esta prueba que acaba de superar, puede vaticinarse que sacará provecho de las que vengan. Y las que vienen pueden ser buenas e incluso mejores. He aquí por qué lo afirmo: al mostrarse ante Walton y ante la opinión pública como un político mental y emocionalmente maduro (con lo que eso implica: lealtad, apertura, gentileza, generosidad), Evodio ha sembrado una semilla que en el corto plazo le puede dar frutos, pero en el largo plazo, también. Que Walton llegue a la alcaldía dependerá, entre otras muchas cosas, del apoyo real que Evodio le proporcione en su campaña. Pero seguir exitosamente adelante dependerá de cuánto corresponda el senador al diputado local, pues, de no hacerlo así, si ambos solo simulan el apoyo, es decir que Walton no ceda posiciones a Evodio y que éste solo aparente apoyar la candidatura de Walton, las cosas se pueden complicar. El dirigente de Movimiento Ciudadano debe reconocer que necesita el respaldo total del PRD para asegurar el triunfo, y Evodio se lo tiene que entregar totalmente; solo así saldrán adelante. La dirigencia nacional del PRD le demostró a Velázquez su respaldo y solidaridad; Jesús Ortega, delegado del PRD en Morelos, estuvo presente en todas las reuniones de las dirigencias nacionales de las fuerzas de izquierda (DIA) hasta el último momento, al igual que Jesús Zambrano, presidente nacional del partido del sol azteca y quien dice que el diputado local es su hijo político. Nunca lo abandonaron. Así se demuestra el respaldo y la solidaridad con los compañeros. Por eso esa corriente del PRD, Nueva Izquierda, también conocida como Los Chuchos, ha crecido tanto en el partido. Y saben que dentro de tres años, de construir y cultivar bien la alianza, Evodio podrá volver a disputar la presidencia municipal. Ambos se necesitan, y lo saben, y es por eso que desde ahora puede vaticinarse que serán aliados de muchas batallas; Walton ahora necesita de la fuerza numérica de Evodio, de sus seguidores, de su empuje, de su juventud, de la estructura de su corriente, de sus propagandistas. Y Evodio necesita a Walton para, desde ahora, prepararse y allanarse el camino hacia la alcaldía dentro de tres años. Y si en el 2015 gana y hace un excelente papel al frente del gobierno municipal (lo cual no parece difícil, pues ya se vio que sabe escuchar consejos), entonces su futuro político será realmente promisorio. Por otro lado, la carrera del senador con licencia y candidato de las izquierdas Luis Walton no terminará en la presidencia de Acapulco: su llegada a la alcaldía supone su casi automática inscripción en la carrera por la gubernatura, carrera en la que ya se han preinscrito el perredista Armando Ríos Pitter y el priista René Juárez Cisneros. El ex gobernador no tendrá muchos problemas para obtener la nominación de su partido, pues una de las características del PRI es su disciplina. Pero entre las fuerzas de izquierda (la expresión política históricamente más polemista) las cosas pueden complicarse, pues dos figuras competirán entonces. Para esas fechas, Ríos Pitter, quien le dio la espalda a Evodio Velazquez y olvidó por completo que es perredista y que tenía la obligación de apoyar al PRD hasta el final, para así después solicitar a los perredistas el apoyo a su candidatura dentro de 2 años y meses, deberá haber recompuesto su relación con su correligionario y con su partido. ¿Cómo podrá ahora ir a solicitar el apoyo a los integrantes de su partido si anduvo de “ligerito” apoyando a otro instituto, en su afán por quedar bien con Luis Walton? Ingenuamente pensó que éste le devolverá el favor en la candidatura a la gubernatura. Pero, si creyó eso, se equivocó, porque será su adversario más acérrimo y no lo dejará llegar, menos si el senador sabe forjar una alianza de verdad con Evodio Velázquez y trabaja para consolidar juntos ambos proyectos: Walton a la gubernatura y Evodio a la presidencia municipal.
Lic. Alberto Mojica Mojica albertomojicamojica@hotmail.com

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