MEMORÁNDUM

 Por Gerardo Ruano Cástulo
 *** Redefinir con bases sólidas
 
En la vida es importante la redefinición. De manera especial, cuando no se logran los resultados óptimos o esperados. Pero el viraje en el timón se debe dar sobre bases sólidas. Caso contrario, el destino es la debacle.
Así es. En la política Guerrerense tenemos ejemplos claros de esto. El más reciente, es el caso del Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien decidió hacer una redefinición de la ruta que debería tomar para llegar a la gubernatura en el 2011. Poseía una militancia priísta de décadas. Los sondeos de opinión reflejaban que tenía todas las posibilidades para ganar el proceso electoral. Y una vez que le cerraron la puerta en el PRI, optó por una redefinición, que al final de cuentas, le redituó en un triunfo contundente en las urnas.
Ángel Aguirre tenía bases sólidas. Sumamente fuertes para tomar una decisión de esa índole. En todas las encuestas salía por encima de todos los demás aspirantes. El ánimo de la gente estaba a su favor y en el tejido de los acuerdos no podían pesar más las voces de tres o cuatro caciques, por encima de la voluntad popular.
En aquél momento, el actual gobernador pudo optar por ser un simple espectador del proceso electoral, pero en cambio, en razón de las bases que le sostenían, decidió la redefinición del marco y el rumbo. Al final eligió la vía del PRD para lograr concretar su objetivo.
El caso de Jorge Salgado Parra parece ir en la misma ruta. Desde la cúpula del partido tricolor le cerraron las puertas, y ahora, en virtud de una buena redefinición, se enfila con todo rumbo a la diputación federal siendo candidato de los partidos de la izquierda.
 No se aprecia lo mismo, en el caso del síndico con licencia de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, quien parece haber hecho una redefinición, más por necesidad que por convicción, aunque ahora pregone que es por justicia y dignidad. Mucha gente debe tener en la memoria momentos importantes antes de que él tomara ésta decisión. El primero de ellos, cuando se lanzó con todo hablando en contra de quienes habían apoyado a Ángel Aguirre Rivero desde el mismo PRI. Hoy sus convicciones se convierten en su principal debilidad.
El segundo hecho, es que su proyecto prácticamente descansaba sobre la base que le permitió construir el hoy alcalde con licencia, Héctor Astudillo Flores, a quien, con su decisión, le estaría mordiendo la mano. Por qué si bien algunos aducen que es a valores entendidos, no se concibe, que perdiendo diputaciones el coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto, aspire a ser el próximo presidente de la comisión de gobierno del Congreso del Estado. Para eso tiene que ganar, pasando por encima del mismo Antonio Gaspar. Y se ve, que así va a suceder.
El tercer hecho, es la forma en que se asignó la candidatura del segundo distrito local, en donde su lucha se centraba en evitar a toda costa la supuesta imposición de Heriberto Huicochea Vázquez. Y tan es así, que dos días antes de que se diera a conocer el resultado de la segunda encuesta, se habría reunido en conocido restaurante, ubicado al sur de la capital del estado, con el dirigente estatal de la CNC, Bertín Cabañas López, a efecto de tejer acuerdos.
Ambos se habrían comprometido a respetar los resultados de la encuesta. Y si quedada Antonio Gaspar, el dirigente cenecista iba a pedir la oportunidad de nombrar a su suplente. En cambio, si ganaba Bertín Cabañas la encuesta, éste le habría ofrecido al síndico con licencia la secretaría técnica, lo cual habría aceptado. Se supone que hubo un trato de caballeros.   
La encuesta priísta reveló 26 puntos porcentuales para Bertín Cabañas López, 20 puntos para Heriberto Huicochea, y solamente 18 puntos para Antonio Gaspar.
Nunca, ni por asomo, se vislumbró una tendencia a favor del sindico con licencia. Por ende, no existe una base sólida para una redefinición adecuada del marco y de la ruta. Y tan es así, que su gente ya es presa de la ansiedad. Solamente así se entiende que anden violando la ley electoral promoviéndole en unidades del servicio público, fuera de los tiempos establecidos.
Justicia y dignidad reza su slogan. De donde puede venir su indignación. Si en el Ayuntamiento tuvo a manos llenas. Héctor Astudillo lo rescató de la calle. Esa es la cuestión.
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