La derecha pasa del optimismo a la desesperación

Ante el estancamiento de Enrique Peña Nieto, la caída de Josefina Vázquez Mota en las encuestas, y el claro y firme avance de Andrés Manuel López Obrador en las preferencias del electorado de todo el país, que le permite situarse ya a un paso de repetir el triunfo obtenido en las elecciones del 2006, la derecha representada por el PRI y el PAN ha pasado del optimismo a la desesperación.
Tan pesimista es el escenario para priistas y panistas por la eventual victoria del candidato de las izquierdas el próximo 1 de julio, que en un hecho inédito el ala radical del PAN representada por El Yunque ha optado por cerrar filas con Enrique Peña Nieto, a cambio de acuerdos que entre otras cosas seguirán poniendo en riesgo la seguridad y la tranquilidad de millones de mexicanos, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y garantizarán impunidad a quienes como en el caso de la Guardería ABC fueron exculpados a pesar de las pruebas en su contra.
El que Vicente Fox, el primer ex presidente de extracción panista, y Manuel Espino, ex presidente nacional del PAN, hayan abandonado a su candidata Josefina Vázquez Mota y llamen a “cerrar filas” a favor del candidato presidencial del PRI es un síntoma inequívoco de que la verdadera pelea por la silla presidencial el próximo 1 de julio será entre Andrés Manuel López Obrador y el ex gobernador del estado de México.
Ver en la misma foto a ex panistas como Lía Limón, a ex perredistas como Rosario Robles, René Arce, Víctor Hugo Círigo y Ramón Sosamontes; a Alberto Begné y Jorge Díaz Cuervo que en su momento se dijeron de izquierda, todos ellos con el común denominador de ser enemigos declarados de López Obrador, causa pena y vergüenza, pues muestra la incongruencia ideológica de quienes ahora se prestan a jugar el triste papel de artífices de la estrategia de calumnias y mentiras en contra del político tabasqueño, que reedita la guerra sucia emprendida en su contra en las elecciones federales de 2006.

Aunque ya hemos escuchado declaraciones irresponsables como las formuladas por Ernesto Cordero respecto al manejo de la economía del país en caso del triunfo de la izquierda, apostamos a que la estrategia del miedo y el peligro para México puesta en operación hace seis años contra López Obrador no funcione esta vez, pues dentro de una sociedad cada vez más politizada e informada como la mexicana esa “película” ya no rinde frutos.
Dentro de tres semanas los mexicanos y las mexicanas acudirán a las urnas para decidir su futuro, el de sus familias y el de todo el país. Estamos seguros que con la fuerza de los votos, y a pesar de las maniobras que tanto el gobierno federal como los gobernadores priistas instrumentarán para frenar las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador, nuestro candidato ganará el próximo 1 de julio y con ello se pondrá fin a los regímenes de simulación con los que por décadas tanto panistas como priistas han perpetuado la pobreza, la violencia y la corrupción que frenan el progreso y bienestar de todos los ciudadanos.

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