OPINION

Por Manuel Tello Zapata.
 Deja HAF la coordinación 

Actuando como todo un caballero de la política y cansado de las bajezas que está instrumentando en su contra el esquizofrénico júnior Rubén Figueroa Smutny, el diputado local Héctor Astudillo Flores hizo público ayer que deja la coordinación de la fracción priísta, demostrando con esta actitud que (a Héctor) no le mueven ambiciones descoyuntadas ni se aferra a cargo alguno para satisfacer apetitos insanos, como sí lo hace el rijoso chamaco del internet, Figueroa Smutny.
De manera imprudente y seguramente movido por los instintos de la dinastía Figueroa por seguir mangoneando al PRI hasta llevarlo a su quiebra total, el júnior Rubén denunció al estilo de los muchachitos de internet (no le queda a este “viejonote”), que Astudillo sostuvo una reunión con el Gobernador para pedirle dinero que pueda tapar deudas dejadas en el Ayuntamiento, en lugar de hablar asuntos de la fracción priísta en el Congreso local. Esto es mentira; porque las deudas de un ayuntamiento son deudas institucionales y Mario Moreno Arcos en ningún momento ha declarado que existan desvíos de recursos. El asunto de las “basificaciones” surgió por una denuncia de trabajadores; por lo que Astudillo no debe sentirse atacado por su sucesor en el municipio de Chilpancingo. Al contrario, deben cerrar filas contra el figueroismo. Los Figueroa conforman una dinastía que a lo largo de los años ha dejado en la memoria de los guerrerenses un recuerdo infausto. Aunque dentro de la nobleza popular nadie les desea ningún mal, lo cierto es que nadie los quiere ni pintados (a los Figueroa) y el deseo generalizado es que tanto Don Rubén Figueroa Alcocer como su hijo dejen de medrar con el PRI, partido que consideran de su propiedad. En su pugna contra Manuel Añorve Baños, hoy el júnior Smutny asegura que fue un error haberlo ungido como candidato en lugar de Ángel Aguirre Rivero. Se le olvida a este político de internet que fue su padre, Rubén Figueroa Alcocer, el que se opuso con todas sus malas artes, a que se designara candidato a quien de todas formas se las partió en la gran elección de 2011. Si se concreta la renuncia de Héctor Astudillo Flores a la coordinación de la fracción tricolor, este disminuido grupo sufrirá un golpe mortal; porque el ex Alcalde de Chilpancingo es el político que cuenta con la mayor experiencia legislativa y trayectoria de ese grupo. Gracias a Héctor se han logrado contrarrestar las embestidas de las otras fracciones, en un medio donde manda la mayoría de extracción perredista, contrincantes naturales del PRI. Como político, el ambicioso y nefasto Rubén Figueroa Smutny no le llega ni a los talones a Héctor Astudillo Flores y sería un grave error si lograra convencer a sus compañeros diputados de que lo designen nuevo coordinador de la fracción; porque entonces si se llevaría el carajo a este pequeño grupo legislativo ante la inmadurez e inexperiencia del heredero a la corona figueroista. El nuevo coordinador deberá ser elegido de entre Héctor Apreza Patrón y la Doctora Verónica Muñoz Parra, quienes (especialmente el primero) cuentan con mucha experiencia y conocimiento del trabajo legislativo. Se conseguiría al mismo tiempo que este sector del PRI no caiga en manos de los ambiciosos “Figueroas”. Atención. FUEGO AMIGO POR ENVIDIA La gran cantidad de obras sociales que desarrolla el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Desarrollo Social y los apoyos que otorga a personas vulnerables y otros sectores de nuestra sociedad, que atinadamente coordina la Maestra Beatriz Mojica Morga, han generado para no variar, envidias de otras mujeres inmersas en la política, como es el caso de la Alcaldesa de Tlalchapa, Guadalupe Eguiluz Bautista, quien asegura que la funcionaria estatal desvía recursos para favorecer a su grupo político. Quien acusa junto con su esposo, Martín Mora Aguirre, han establecido un feroz cacicazgo en Tlalchapa y consideran a esa presidencia municipal como de su propiedad. Se han enriquecido saqueando el erario público de ese municipio que es su ínsula barataria, por lo que Guadalupe Eguiluz no tiene calidad moral para lanzar acusaciones sin fundamento. Beatriz Mojica ha sabido desempeñarse con honestidad en el cargo que le confirió el Gobernador Ángel Aguirre Rivero y los resultados están a la vista, por lo que no perderá la confianza de su jefe ante los intentos de personas sin escrúpulos, que se han enquistado en el poder pese a que se dicen honestos perredistas y dignos seguidores de Andrés Manuel López Obrador. Si Martín y su esposa son los honestos militantes que quiere el Peje para su partido, ya la regó definitivamente.

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