OPINION

Por  Manuel Tello Zapata
Un encuentro memorable

En pocas ocasiones hemos visto a un Presidente Enrique Peña Nieto tan relajado como estuvo ayer en Chilpancingo, durante la reunión celebrada en la Sala de la República, de Casa Guerrero, que dio inicio a la primera visita del mandatario federal a nuestra entidad.

Fue sin lugar a dudas el reencuentro de dos grandes amigos. El propio Peña Nieto durante su participación, afirmó que la amistad con Aguirre Rivero no es de ahora sino de muchos años, y que lo sepan todos, aseguró. “No porque hayamos llegado por partidos diferentes estamos en trincheras diferentes. Aquí no hay distingos partidarios, tenemos que servir a todos”.

El encuentro inició con un discurso emotivo del Presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, quien le dio la más cordial bienvenida al Presidente. Aprovechó para invitarlo a que asista en el 2013, a la ceremonia del Bicentenario de los Sentimientos de la Nación, expresando: “Aquí se inició la construcción del México libre, país al que ahora le toca a usted conducir. Su mensaje desde la catedral de La Asunción será un hecho histórico que culminará con un abrazo fraterno entre el Estado de México, que se desprendió de parte de su territorio para formar a nuestra entidad, y Guerrero”.

Terminando el discurso de Mario, abordó la tribuna el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien improvisando como es su costumbre, pero con ese estilo que habla de un profundo conocedor de la política y la realidad; que sabe romper con la solemnidad para sacar a los escuchas de cualquier rutina, saludó con afecto la visita presidencial expresando la relajante frase: “Qué bueno que haga usted un gobierno itinerante, para que pueda convivir con la gente y se deje apapachar ¿Verdad Mujeres?”.

¡Siiiiiii! Fue la respuesta de las damas presentes, entre la algarabía de todos. Ya en serio, el Gobernador expresó: “Que bueno que vemos hoy a un Presidente con buen talante; porque la verdad, los mexicanos estábamos urgidos de ver a un Presidente que nos transmita confianza, afecto: que nos mande mensajes de renovación y de esperanza. Quiero decirle que le damos la bienvenida: qué bueno que nos distinga con su visita, a pocos días de haber asumido el gobierno federal”.

Aguirre Rivero dijo que ojalá de las 40 mil nuevas escuelas de tiempo completo, muchas se instalen en Guerrero porque aquí existen muchos niños indígenas y pobres, que a veces no desayunan o no comen. Que el nuevo satélite dé conectividad en la sierra de Guerrero, para que los niños de quinto y sexto de primaria que recibirán computadoras del gobierno federal, puedan darles un uso óptimo.

El gobernador habló de hacer equipo para combatir la gran pobreza y el hambre ancestral, porque es tiempo de que se la haga justicia a Guerrero. Su discurso caló hondo en el Presidente, que salvo por algunas tarugadas que le decía el distraído diputado Toño Gaspar, escuchó con gran atención las palabras de su amigo Ángel.

Finalmente habló el Presidente de la República, demostrando ser un excelente orador que como lo hizo Aguirre Rivero, hizo a un lado la partitura para hablar de manera improvisada; para sacar de su pecho palabras sinceras. Peña Nieto logró dejar entre los guerrerenses que lo escuchamos, la certeza de que hoy tenemos en Los Pinos a un amigo conocedor de la realidad guerrerense, y con muchas ganas de trabajar para sacarnos adelante.

Finalmente, el mandatario federal tomó la protesta al Comité Organizador del festejo por el Bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac. De manera acertada, el Congreso local designó como Presidente de este equipo al diputado priísta Héctor Astudillo Flores. Pese a que algunos legisladores perredistas pretendían imponer al novato Alejandro Arcos, se impuso el liderazgo de su coordinador Bernardo Ortega, y Héctor ganó la votación.

Fue lo mejor que pudo hacerse. Porque pocos guerrerenses han puesto tanto interés para que el Bicentenario sea una fiesta digna de Chilpancingo y del Generalísimo Morelos, por todo lo que significa esa etapa de nuestra historia, que tan bien reseñó Peña Nieto durante su discurso.

Desde que era Presidente municipal, Astudillo Flores comenzó a impulsar esa meta para el 2013 y hoy logró asumir la responsabilidad de su organización. Estamos seguros que nuestro paisano sabrá llevar el barco de los Sentimientos de la Nación a 200 años de distancia, por el mejor rumbo.