PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía
 EPN; paradojas peregrinas

El Estado llama ley a su propia violencia, y crimen a la del individuo” Max Stimer. Nunca nos había parecido más atinado un viejo adagio como, “Toluco, buen gente, no mata, no´más taranta” para aplicarlo al presidente designado Enrique Peña Nieto, a raíz de los represores hechos del pasado #1DMX, pues mientras éste juraba cumplir y hacer cumplir nuestra Constitución política en el interior de la súper protegida Cámara baja, afuera destacaba la violenta agresión de las bien armadas fuerzas policíacas capitalinas y federales contra la inútil pero aparatosa manifestación de la masa inconforme por su imposición, y más allá, por la Alameda central sin decir “agua va” granaderos y genízaros de la perfilada policía nacional arremetieron con desatada furia contra la indefensa muchedumbre de protestantes, curiosos y paseantes para llevarse además presos a todos los que quedaron vencidos en sus “garras”.
En tanto el jolgorio pacífico y adulador en la Cámara de Diputados consumo la transición del inefable Felipe Calderón al repudiado Peña Nieto, ante el claro beneplácito de los mandos policíacos de los hechos en las calles; Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Manuel Mondragón y Kalb. argumentadores “a toro pasado” en justificante hipocresía manifestaban la imperiosa necesidad de aplicar la fuerza cuando se rebasa el marco de la ley, se daña a la ciudad y a la paz pública a medios cortesanos que se regodearon en las salvajadas de los vándalos apaleados. El nuevo jefe de gobierno del Distrito Federal empero no tuvo empacho al precisar que “el derecho a la libre expresión está garantizado en la capital, dentro de la ley” y en cuanto a la situación jurídica de 70 ciudadanos detenidos, la liberación de 56 de ellos no será impugnada por la procuraduría, en tanto sobre los 14 restantes encarcelados en el Reclusorio Oriente, se mantenía la amenaza de procesarlos bajo el lapidario artículo 362 del Código Penal por delitos de ataques a la paz pública en pandilla con penalidades de 7 a 30 años de prisión, semejante y aún mejorado al opresivo delito de disolución social que marco para siempre el régimen del fascista Gustavo Díaz Ordaz. Así, llegado al cargo de máxima autoridad del país, EPN mostró, por un lado el alentador llamado a la unidad por México quizá incluso, para arrancar de la memoria colectiva el imperdonable recuerdo de la despiadada agresión a los manifestantes de Atenco, y la insaciable persecución a sus líderes, hundidos hasta que la lección quedara bien marcada en los infamantes muros del penal de Almoloya. Pero los buenos propósitos de inmediato quedaron en abundantes intenciones repetitivas como otros 100 compromisos y un plan de 13 puntos, para avanzar ya con los líderes de la partidocracia representativa de un capado Congreso manipulado por la patriarcal pareja de sus pastores, Beltrones y Gamboa para darle paso a las reaccionarias legislaciones reformistas de la Ley Laboral y la energética ya sobre la marcha al servicio de la oligarquía, como para demostrar la mano dura que disfraza con el suave guante de la demagogia de la que ha dado bastas muestras de hábil manejo en el complejo arte de la “grilla” o como sapiente instrumento del innegable ventrílocuo Salinoso que lo maneja y que, naturalmente nada tienen que ver con la democracia, la patria, ni el pueblo…. BALA PERDIDA. Ya no debe quedar la menor duda en nuestro país de que la limosna institutonacioalizada es tan exitosa que puede extenderse a todos los países donde la gente de buen corazón muestran su espontanea colaboración a favor de los desvalidos, aunque maldita sea el destino a donde han de parar esos millonarios recursos manipulados por la forajida Televisa, presuntuosa de recaudar más de 472 millones de pesos, a los que se agregan más de millón y medio de dólares de Panamá y 2 millones 100 mil dólares de Honduras, todos tranzados a Hacienda como deducibles de impuestos para el pobrecito de Azcárraga Jean…Qué tierno!

1 comentario:

  1. Disculpe Sr. Rogelio Gomez, pero al leer su nota no me pude aguantar comentarle, primeramente le aclaro que no soy seguidor y ni si quiera vote por Peña Nieto.
    Lo que se vio en lo medios tanto impresos como televisivos fue algo completamente distinto, una turba de gente anarquista tratando de arrancar vallas, aventando piedras y bombas molotov, destruyendo propiedad ajena, en ningún momento vi una manifestación pacifica y ordenada, y que es lo que sucede cuando hay una manifestación violenta, pues se repele de forma violenta, tal vez hubo arbitrariedades por parte de la autoridad que nada lo puede justificarlo, pero no creo que hubiera habido de otra para dispersar a esta turba de salvajes, por que no encuentro otra forma de llamarlos, como usted puede llamar represor al gobierno con estos actos vandalicos, mas bien en México a los que causan estos desmanes no les va tan mal, en cualquier otro país es cárcel segura y sin fianza.

    Por lo menos yo ya estoy cansado que cierren calles, tomen las avenidas, hagan destrozos y las autoridades no hagan nada.

    ResponderBorrar