OPINION

Por Manuel Tello Zapata
La radicalización

Muchas lecturas arrojarán sin duda alguna la mega marcha que amenazan con realizar mañana miércoles los dirigentes de la CETEG, que durante su mitin del domingo, han sido ampliamente rebasados por la Policía Comunitaria (CRAC). Por lo tanto, han dejado de ser interlocutores válidos de los maestros que protestan en contra de la reforma educativa. Debido a la radicalización de estos dirigentes, que están convirtiendo un movimiento más o menos válido en un remedo del pasado, manejando un discurso de hace cincuenta años, que se traduce en practicar una serie de actos vandálicos como el ataque a la sede del PRD en Chilpancingo, entre otros; muchos Maestros que hasta ahora han apoyado esta causa, se están desvinculando del mismo al darse cuenta de que los líderes están perdiendo el sano juicio.
El 95% de las escuelas en Guerrero reanudaron ayer las clases, que nunca fueron suspendidas en la gran mayoría de esos centros de trabajo, porque el movimiento de la CETEG solo es apoyado por un diez por ciento del total de trabajadores de la educación. Esto significa que la gran marcha de mañana no podrá reunir a más de dos mil Maestros, por lo que Minervino y Gonzalo ya perdieron el control y serán los líderes de otras organizaciones sociales, quienes con sus huestes podrán darle algo de presencia a la mega marcha.
La misma CNTE a nivel nacional dejó en claro que no tiene la fuerza suficiente para hacer un paro nacional. Ese absurdo surge de las mentes calenturientas que dirigen a esa organización parasindical. Porque en su megamarcha hecha durante la semana anterior en la ciudad de México, con trabajos aglutinaron a seis mil Maestros, de los más de un millón 300 mil que hay en nuestro país
¡Solo los afectados del cerebro pueden creer que harán un paro nacional!
Por otra parte, no le faltaba razón a quienes vieron con malos ojos la creación de policías comunitarias en Guerrero que son anticonstitucionales. En un principio todos vimos bien que surgieran estas como un remedio yerbero contra la delincuencia que asola sus regiones; pero ahora resulta que a sus dirigentes se les apareció Lucio Cabañas y pretenden convertir a sus policías comunitarios en la guardia personal de la CETEG. ¡Hágame usted el fabrón cavor! Luego se van a sentir guerrilleros, inspirados en el discurso paleolítico de ese corte, que se escuchó con abundancia durante el mitin de la Ceteg, el domingo en Chilpancingo.
Según Minervino Morán, uno de los líderes más mesiánicos del movimiento, el Gobernador Ángel Aguirre Rivero ya no es un interlocutor válido. Puede ser que sí porque según ellos: un interlocutor válido es aquel que está dispuesto a cumplirles todos sus caprichos al pie de la letra: el que baja el cuello sumiso ante las amenazas y presiones de estos vándalos, que se dicen Maestros y desprestigian a los miles de mentores que si trabajan y llevan con dignidad y orgullo ese título profesional.
El Gobernador siempre estará abierto al diálogo, pero no al de sordos ni al de aquellos que no entienden que en la negociación no se puede ganar todo como ellos quieren. El Gobierno del Estado tiene como cabeza a un hombre democrático, lo que está bien demostrado porque pese a los desmanes que han cometido, Aguirre Rivero no ha ejercido hasta ahora la fuerza pública para controlar a quienes no entienden de civilidad política y madurez democrática.
Seguramente el movimiento cetegista irá decreciendo en los siguientes días. Víctimas de sus propios errores, sus dirigentes han dejado de entusiasmar a los Maestros y sus cuentos chinos en torno a la reforma educativa solamente se los tragan los más radicales como el grupo que viene de La Montaña. Sin embargo, lamentablemente tendrán la fuerza necesaria para seguir cometiendo desmanes, ya que para eso no se necesita de mucha gente ni de representar a miles, como aseguran falsamente ellos.
LADRONES DE AUTOBUSES
Ayer por la tarde fuimos testigos de cómo un grupo de aproximadamente cien alumnos de Ayotzinapa, que se cubrían la cara con playeras y armados con palos, secuestraron por la fuerza dos autobuses de pasajeros de la Línea Estrella de Oro a una cuadra de la terminal ubicada al norte de Chilpancingo.
Estos sujetos obligaron de grado o por fuerza a los pasajeros a abandonar los vehículos; cerraban las calles aledañas con total impunidad asumiendo contra los automovilistas una actitud hostil, prepotente; como si para ellos no hubiese autoridad alguna que les meta freno. Seguramente esos autobuses los usarán para movilizar a los maestros cetegistas que participarán en una marcha en la ciudad de México, y para acarrear a los de otras regiones que vendrán mañana miércoles a Chilpancingo.
Evidentemente, este tipo de abusos es tolerado por los dueños de las empresas camioneras, que no hacen nada para exigir a las autoridades el respeto a sus autobuses y pasajeros. Robar un autobús es un delito en todo el mundo; pero para los sacrosantos dirigentes de la “lucha popular” en Guerrero, es solo un acto de reivindicación para acabar con el mal gobierno. Hágame usted el “fabrón cavor”. La dictablanda priísta se terminó hace trece años, señores “radicalozos”.

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