LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabia
Monsanto, criminal, en lo agrícola y en lo social

Monsanto, es un nombre qué últimamente ha estado haciendo mucho ruido, y que  muchos mexicanos y no mexicanos, ven en esta compañía gringa, una situación, por decir lo menos peor, anómala para la agricultura mundial y por ende, para México, .ya que se dedica en la actualidad principalmente a la producción de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (alimentos transgénicos).
Según su portal de Internet, Monsanto es un proveedor global de tecnologías y productos para la agricultura que mejoran la productividad del campo y la calidad de la alimentación.
Pero no dice, que el maíz que se siembre, su cosecha no es fértil, por lo que se tendrá que adquirir obligadamente, nueva semilla, si es que se quiere sembrar nuevamente.
Monsanto se crea en el primer año del siglo 20 en los Estados Unidos de Norteamérica, y desde entonces se ha expandido por países de Europa, donde sin embargo,  encuentran hoy día gran resistencia entre la población y los agricultores, que no consideran probada su seguridad para la salud humana. Países como Polonia,  Bélgica, Gran Bretaña, Bulgaria, Francia, Alemania, Irlanda y Eslovaquia, han prohibido, de alguna manera, la distribución de semillas de este conglomerado transnacional. Tocante a esto, el ministerio de Agricultura de Polonia, señala lo lo siguiente: “Además de vincularse destruir la salud humana produciendo una gama de dolencias”. “El polen procedente de la cepa GM podría ser devastador para la población de abejas que ya se redujo en el país”.
La lucha contra Monsanto continúa en muchos países, no solo por sus herbicidas sino también por el resultante, sus nocivos productos transgénicos: La India comienza a alzarse contra la corporación, cerrando drásticamente al agro-gigante bajo cargos de “biopiratería”. Y Hungría, recientemente destruyó 1.000 hectáreas de maíz modificado genéticamente.
Por lo que se ve, Monsanto ha sido y sigue siendo una de las empresas que ha creado más controversia a nivel mundial debido al peligro potencial o real de sus productos sobre la salud humana, animales, plantas y sobre el medio ambiente en general.
Al respecto, la organización internacional no gubernamental, Greenpace, enumera los riesgos de utilizar los productos agrícolas  que posee  Monsanto::
1.    Son un peligro para la biodiversidad y los ecosistemas. Generan resistencia en insectos y en la maleza. Suponen incremento en el uso de tóxicos.
2.    Contaminan cultivos convencionales, orgánicos y nativos, por medio del flujo genético, vía insectos, viento o intercambio de semillas.
3.    Implican riesgos en la salud de las personas, favorecen la aparición de alergias y problemas en los órganos internos, entre otros.
4.    Acabarán con las variedades originales de maíz y ponen en peligro la autosuficiencia alimentaria de México.
5.    Perjudicarán a la economía de los agricultores mexicanos, ya que las ganancias son monopolizadas por unas cuantas multinacionales.
En nuestro país,   son en los estados de Sinaloa, Sonora, Coahuila, y Tamaulipas, donde esta transnacional, ha asentado sus “reales”, gracias a las enormes facilidades otorgadas por el gobierno de Calderón.
En este contexto y de acuerdo a la edición de La Jornada del 24 de octubre del 2012, se advierte que: El problema al que se enfrenta el gobierno mexicano es ponderar las promesas de Monsanto y los intereses de la nación. El gobierno sabe que Monsanto busca reproducir su capital en México, más que salvarlo de su déficit alimentario, mientras los riesgos que asume la nación son cuantiosos; que no hay camino de vuelta, ni hay garantía ni fiador ante un posible y probable incumplimiento de las promesas de Monsanto….HASTA LA PRÓXIMA.

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