DE ADICTO A ADICTO

Por Teo Luna
El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe

Le llaman el asesino silencioso

Llegué a fumarme cerca de tres cajetillas diarias de cigarros, propiamente cada diez minutos, en una junta de AA, de hora y media, me chitaba de 7 a 9  cigarros, manejando, en el escusado, en la cabina de radio, en mi oficina, en cualquier lugar me intoxicaba con el trabajo. Recuerdo cuando bajé al aeropuerto de Los Ángeles a abordar un avión rumbo a Seúl, Corea del Sur, mi ansiedad era  tan grande que salí a fumar como desesperado a la calle, recuerdo también, que llegué a fumar en los baños de los aviones, que me salía del cine a echarme un cigarrito, que para mí, era muy difícil sin estar inhalando el humo del tabaco, fui un fumador compulsivo, no podía parar, fumaba uno tras otro en lugares encerrados, en donde fuera y delante de quien fuera, por supuesto que mis hijos, fueron fumadores de segunda mano, por supuesto que llegué a quemarlos con las brazas del cigarro, sus cabelleras, sus cuerpos y ropitas de bebé; de niños siempre apestaban al cigarro.

Establecí una fuerte dependencia al cigarro
El tabaco es una droga extremamente placentera y genera una fuerte dependencia en el adicto, yo no lo sabía, ahora sé el por qué, en mi caso, era un cúmulo de  pretextos  para fumar, por si estaba platicando con alguien, hablando por teléfono, melancólico, alegre, después de un buen taco, un buen tabaco, en el escusado, leyendo, viendo la televisión, jugando dominó, en plena junta de Alcohólicos Anónimos, vaya, fumaba por estar relajado o por estar nervioso, fumaba  por cualquier pretexto, mi nivel de ansiedad  estaba muy alto y el tabaco siempre estuvo presente en mis borracheras, fumaba más de la cuenta, la cruda del cigarro, es horrible, después de un buen pase de cocaína, léase entre comillas “buen”, un cigarro era un placentero complemento, lo mismo cuando me inyectaba la morfina o me empestillaba y duré fumando más de 35años, empecé desde los  doce años, yendo a prenderle a la abuela sus cigarros a la estufa.- Mi abuela murió de cáncer pulmonar.-
La puerta  falsa
A mis 13 años de edad, el cigarro me daba un estatus, me hacia sentir superior a mis demás amigos, me sentía el papas fritas, el Juan Camaney, íbamos al billar con cigarro en mano, lo mismo a  tomar café o al boliche, en la secundaria convertíamos el baño de hombres en una cámara de humo y con las chavas, de cierto modo, el cigarro me hacia sentir galán,  con un glamur especial y ahora que veo a los niños y jóvenes fumar, los veo ridículos, así me veía yo, ridículo, igual, con mi cerveza en la  mano siendo un verdadero mocoso y qué error es vivir la vida, así, querer ser grande, cuando  la mera verdad, nunca dejas de crecer y son los errores dela vida los que te ubican y te moldean; mi concepto respectó a todos los beneficios que me daba el cigarro, estatus, personalidad, seguridad, eran y son, totalmente equivocados, los daños que causa el cigarro a los fumadores directos y a los de segunda mano, que no fuman pero que están cerca de un fumador, son graves e irreversibles.
Mis últimos días como fumador
Me despertaba cada hora en las madrugadas, me metía al baño, me sentaba en la tasa del escusado y me fumaba completo un cigarro, luego con el apeste de boca, cuerpo, y ropa, me volvía a meter a la cama, me despertaba también, una tos de perro bailarín, mi tos era crónica, echaba un mundo de flemas y no podía parar con nada, sentía que me ahogaba, no obstante seguía prendido del cigarro, casi al final, ya no disfrutaba el fumar y mi padrino Álvaro en el grupo de AA donde militaba, me decía.-Quiérete tantito.- Luego me metía la estocada.- ¡Cómo!- , exclamaba.- Si René pudo dejar de fumar y tú no puedes.- Si no puedes con el cigarro, no vas a poder con nada en tu vida.- y lo intenté todo, traté pero recaía y recaía, me puse parches, me llenaba de dulces y nada de  nada, fumaba más y más, hasta que empecé a usar chicles de nicotina y a aplicarme la tentación de fumar, René me ayudó mucho, fue un compañero, en ese entonces que se la pasaba fregándome, tenía espíritu de mosquito.- Fue un reto, un gran reto.- Si René, el metiche.-Si René el gerente del grupo pudo.- ¿ Por qué yo no voy a poder?.-  Solo por hoy, he podido, tengo casi 13 años libre de humo.-
La vida me dio el gozo de un gran cambio
Mi neurosis bajo considerablemente, el cavernícola emocional ya no aparecía tantas veces y tan seguido en escena, me dejó la tos de perro bailarín, dejé de levantarme cada hora en la madrugada a fumar, pude disfrutar de mi baño sin el apeste, también dejé de dañar a mis hijos, comencé a disfrutar de los alimentos, todo me sabía riquísimo, mi lengua poco a poco se ha ido desintoxicando y le quité las capas de nicotina, respiro en armonía, me siento bien, me gustan los olores agradables, me encanta el de tierra mojada, el olor de las flores, los árboles, el mar, el percibir la pureza de alguien cuando le abrazas y disfrutas de su aroma o de una buena loción, sin duda, la vida cambió, pero tengo un serio problema, que no soporto el humo del cigarro, me ahogo, tengo mucha resequedad en mi sistema de respiración y el humo se atora en la garganta, me pone muy mal no poder hablar ni respirar y el olor que destila el cigarro, es repugnante. Y hay quien me dice.- Tu también fumabas delante de quien fuera, incluyendo recién nacidos.- Si, yo era un irresponsable que no sabía nada del asesino silencioso,.-.
La negación, es sinónimo de soberbia
El tabaquismo es considerado uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes, pero tiene a su favor que es un factor prevenible y de daños reversibles si se cuenta con el compromiso de auto-cuidado del fumador. Si bien es cierto que los daños que puede ocasionar el cigarro al sistema pulmonar, cardiovascular y otros son significativos, estudios han confirmado que tras 3 años de abandono del vicio, los daños ocasionados pueden ser revertidos de manera notable e incluso totalmente hasta igualar la salud de un no-fumador. Queremos que los fumadores no solo hagan conciencia por 24 horas, sino que a partir de ahora hagan la firme decisión de no fumar más. El cigarrillo contiene por lo menos 4 mil sustancias tóxicas, de las cuales, 60 de esas sustancias causan cáncer, además el humo de 1 cigarrillo contamina 4 metros cúbicos de aire y una colilla de cigarrillo tarda 200 años en degradarse. El ser humano es el único ser racional del planeta, sin embargo también es el único en autodestruirse con drogas, con CIGARRILLO, con alcohol, con armas, etc. Me disculpan si soy muy exagerado con el ejemplo, pero el burro siendo burro, jamás inhalará humo, y el ser humano, provisto de una inteligencia asombrosa, lo hace y el resultado final es la muerte.
La cocaína y el  cigarro, tienen mucha similitud
Los cigarros de ahora, huelen a cocaína y sin duda, saben a cocaína, son sumamente adictivos porque ese es el objetivo de las compañías tabacaleras, que las personas se atasquen uno tras otro, pero saben a cocaína debido a que muchos de los componentes químicos que usan para procesar la cocaína y para rebajarla, los lleva el tabaco, aquí, la soberbia dice.- Que cada quien haga con su cuerpo lo que le plazca. - Pero qué irresponsable cuando dañas a un bebé y a seres humanos que se lesionan por ser fumadores pasivos, lo que tú haces, es aumentar su nivel de ansiedad, hacerlos dependientes del olor del humo, despertar el apetito de las dependencias y sin duda, los bebés, los niños que viven a tu lado y les embarras el humo en su nariz, serán sensibles, altamente sensibles a ser adictos a cualquier sustancia, debido a su alto nivel de ansiedad, que tú por soberbia, ignorancia, irresponsabilidad y mediocre, lo haz fomentado, al fumar delante de ellos.- Sí, yo lo hice, pero no sabía todo esto que te estoy transmitiendo.- Quiérete tantito por favor.

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