ENTRE LA VERDAD Y LA FICCIÓN

Por Jorge Luis Falcón Arévalo*
El México de hoy; es el descalabro del ayer- 1980-2013
México alcanzó su desarrollo hasta los años 80’s, posteriormente vino la debacle económica y socialmente. Lo político siempre ha sido un destrozo, pues no es política el arte de conjugar intereses, sino son simulaciones y tretas de acuerdo al juego de los partidos políticos -mismos que están corrompidos en sus estructuras de simpatizantes, como sus visiones de un “nación” mejor-, el país se desmanteló. Desde ferrocarriles nacionales de México, hasta sus edificaciones y construcciones de complejos petroquímicos y de refinerías, han sido desbaratados, desmantelados, demolidos y desalojados.


Basta recordar a las dos refinerías otrora más productivas: Azcapotzalco y “18 de marzo”, en Minatitlán, Veracruz. Siendo México un país con los yacimientos más grandes del oro negro, no tengamos refinerías. ¡Vaya Contradicción!, cuando los ex presidentes López Portillo y Vicente Fox se esforzaron por construirlas en España. ¿Traición a la patria, así se llama? ¿O negocios personales, con la riqueza nacional?
Se ha evitado perforar en la fronteras del  estado de Tamaulipas –concomitante éste hecho, siendo hoy  un estado federativo, sembrado ferozmente en la violencia- donde se encuentran los yacimientos más grandes del petróleo (abarca Veracruz y todo el golfo de México); que solo bordea las fronteras de Texas. ¿Por qué, no se permiten las unidades de exploración y perforación? ¿No es raro esta espectacular acción de terrorismo?
Habrá que cuestionarnos y replantearnos  algunas preguntas y acciones que  han llevado a un México del desempleo, de la violencia y el de abordar la calle, como una manera o forma de  protestar poco ortodoxa. A saber:
-Causas del crecimiento del robo en el país.
-Construcción de lo político desde la cotidianidad.
-Remesas e inversión extranjera por parte de la emigración.
-Dialéctica del cambio de mentalidad en México.
-Transformaciones en las relaciones de propiedad y su incidencia en el funcionamiento de la política.
-Estado real de la hegemonía norteamericana en el mundo.
-La inercia de la sociedad en la formación de planes de estudios educativos.
-La transición como proceso político. Ejes y contradicciones.
-¿Qué clase de político tenemos o empleados de fuerzas extranjeras?
-¿Cuánto cuesta cada seis años cambio de planes (gatopardismo) económica y políticamente?
-¿Cuánto invierte o le cuesta a cada mexicano en la pensión de los expresidentes?
-¿Dónde ha quedado el nacionalismo, ara convertirnos en entes de miedo y espanto?
Estos seis mandatarios han establecido y “marcado” objetivos nacionales  en sus largas peroratas en unos serias y hasta preocupantes; en otros, risibles y bobaliconas, coincidiendo en temas como el crecimiento y la estabilidad económicas, el mejoramiento de los niveles de vida, de la calidad educativa y el fortalecimiento democrático. El discurso formidable y lleno de palabras de éxito y esperanza, que solo han  terminado como en las misas, en un mutismo y una elevación espiritual, que en nada ha concretado el bolsillo del mexica, maya u olmeca.
Certificar la vigencia plena del Estado de Derecho, vigorizar el marco institucional y consolidar una consistente cultura de legalidad para que los mexicanos vean realmente protegida su integridad física, su familia y su patrimonio en un marco de convivencia social armónica. ¿Discurso, perorata, monserga o soflama? ¿A qué le suenan estas palabras, durante estos 36 años?
Hoy, en el Congreso, no se pretende privatizar el petróleo, solo se “procura” que haya en otras naciones refinerías o complejos petroquímicos (China, Holanda, España) . El petróleo será nuestro. Esto me recuerda como a los niños en las fiestas infantiles que les queda el cascarón de la piñata en sus brazos fuertemente afianzado; y, otros más maliciosos y abusados se llevan los dulces. . .

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