MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Autodefensas; transitar por el orden. La voluntad del Gobernador Ángel Aguirre
El movimiento de autodefensa surge y se ha extendido en razón de la fuerte ola de inseguridad. La ciudadanía se ha sentido orillada a buscar los mecanismos para participar en aras de regresar la tranquilidad  a sus comunidades. Durante largos años se ha pedido que la gente participe en la solución de los problemas que aquejan a la sociedad. Hoy existe un gran campo de oportunidad con éstos grupos, que de ser realmente ciudadanos, pueden aportar mucho en la ruta de la armonía social y la seguridad pública. El caso es, que estén a favor del orden.
Así es. Para quienes son celosos del derecho, es evidente que los grupos de autodefensa están actuando al margen de la ley. En México y sus estados existen normas que establecen la operación de cuerpos de seguridad oficiales y pagados con los impuestos de la ciudadanía. Quien opera fuera de ese círculo, sencillamente, buscaría cobrar venganza por propia mano, lo que violentaría el estado de derecho. Existen reglas para la portación de armas. Luego entonces, nadie puede andarse paseando, sin la licencia respectiva, con un rifle o una pistola. El meollo del asunto, es que la ciudadanía ha encontrado en éstos grupos, la forma de expresar que se siente harta de la inseguridad, y que al mismo tiempo, desea participar en la solución del problema.
En lo personal, no estoy en contra de los grupos de autodefensa. Solamente considero que la anarquía no es el camino para lograr un noble propósito. Estoy a favor del orden. De que se aproveche la enorme oportunidad que la ciudadanía hoy muestra, no para castigarles, sino para canalizar toda esa energía en la recuperación de la paz y tranquilidad que todos deseamos.
Hace bien el gobierno federal, no solamente en reconocer a los grupos de autodefensa, sino de buscar sumarlos al esquema de seguridad, a efecto de que su trabajo tenga el manto protector de las leyes, y reciban el apoyo necesario, en aras de que los resultados sean más efectivos en sus comunidades.
El crecimiento de un movimiento anárquico es lo que menos conviene a la sociedad. Porque algo de esa índole no tendría un propósito real, más que el de vigilar, capturar, repeler y hasta matar a supuestos delincuentes. El camino hacia la armonía y reconstrucción social, no solamente es tomar las armas y defenderse. Conlleva todo un proceso de previsión, planeación y organización, que posteriormente debe aterrizar en acciones e inversiones que también generen más desarrollo y progreso en las localidades. Una guerra no trae nada de eso. Por eso, quienes hoy hablan de una lucha civil, tienen otros intereses o simplemente no desean la paz. La historia no nos dejará mentir, hemos visto por largas décadas que los países poderosos apuestan a crear la paz con las armas, el resultado es que de los 365 días del año, 360 son de guerra y luchas. ¿Qué pasó con la guerra del presidente Calderón?
En medio de lo que está pasando en la entidad, cuyos focos de atención hoy están en el Valle de El Ocotito, perteneciente al municipio de la capital del estado, el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, acaba de enviar una muy buena señal, luego de reunirse con sindicatos y organizaciones sociales que tienden a movilizarse y manifestarse con o sin razón. La reunión nos habla de un gobernante que reitera su llamado a la unidad de todos los guerrerenses. Que juntos, es la forma de encontrar mejores soluciones y alternativas para avanzar y crecer.
Es visible y palpable la voluntad del Gobernador Ángel Aguirre. Lo importante es, que los grupos de autodefensa, estén dispuestos a trabajar a favor del orden y el desarrollo del estado. Esa es la cuestión.

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