MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Ignacio Basilio; activo político valioso para el PRI
La persona exitosa, al igual que todos los seres humanos, tiene sus propios problemas. También se equivoca y tiene dudas. Ha caminado kilómetros y ha tropezado muchas veces. Ha fallado a los demás. Se ha endeudado consigo mismo. La gran diferencia es que sabe, según Paulo Coelho, que es un Guerrero de la luz, y que luego entonces, tiene como regla seguir siempre hacia adelante.

Así es. Una persona exitosa no es la perfección. Es un ser humano, que a diferencia de muchos, ha elevado su nivel de mentalidad. Y que ahora sabe convivir con la lucha diaria que se le presenta. Más aún, ha encontrado la manera de crecer en medio de las presiones, el error y el fracaso. La derrota no es más que un día nublado. La guerra la gana quien sabe que el éxito es acumulativo. Requiere de paciencia y perseverancia.
“El manual del Guerrero de la luz” es un best seller escrito por Paulo Coelho. Es un libro de lectura ágil. En pocas páginas, el autor presenta, lo que a su consideración puede servir a las personas en su crecimiento humano. A no verse limitados y encontrar lo mejor de sí mismos, hasta darse cuenta que son Guerreros de la luz.El manual describe algunos aspectos para ilustrar como se registra el cambio de mentalidad y la transformación en mejores personas. Habla, sobre la naturalidad de los yerros y los problemas que tiene que enfrentar el ser humano, y como éstos, le pueden hacer más fuerte, sensible y exitoso.
Un Guerrero de la luz, como toda persona que ha alcanzado alguna cima, se equivoca y tiene dudas. Lo que hace en éstos casos, es tomar el control de sus emociones. Si es necesario, se retira un rato del campo de batalla. Se refugia en su dialogo interior, porque sabe que en el silencio, su corazón no solamente late, sino que también le gusta hablar. Entonces escucha y sale renovado para seguir en el terreno de juego.
La espada del Guerrero de la luz está alimentada por el amor y el servicio a los demás. Su lucha no es para pasar por encima de otros. Más bien, para cortar vicios como el egoísmo, ya que sabe, que antes de recibir, no hay nada como dar. En eso se distingue que ha elevado su mentalidad.    
El Guerrero de la luz confía y tiene fe, aunque a veces sus pasos no sean del todo firmes, al final de cuentas, sabe que el paso constante le habrá de llevar a un buen puerto. Lo importante es no perder el rumbo, aún en medio de las dudas y la incertidumbre. Sabe que en esos momentos nublados y de oscuridad, la luz de la fe debe persistir.
El Guerrero de la luz entiende que el éxito es acumulativo. El ganar la guerra es producto de muchas batallas. Caer en un día no significa el fracaso total. Sabe que esos descalabros tienen mensajes para crecer y ser mejor. Lo más importante, es seguirse preparando, diseñar mejores estrategias y mantenerse en la búsqueda del triunfo total, puesto que, lo que le distingue, a diferencia de muchos, es que cuando ha comenzado algo, no se aparta de ello, hasta que lo termina. Así de perseverante es una persona que ha elevado su calidad mental.
Todos los seres humanos, propone Paulo Coelho, son guerreros de la luz. No hay restricciones para ello. Lo que se necesita, es estar dispuesto a convivir con los problemas, las presiones y el fracaso, de una manera diferente. Esa es la cuestión.

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