OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata.
Bolas el engrudo electorero
En su ambición de ser el próximo Presidente municipal de Acapulco, se le hizo bolas el engrudo al ex diputado local Evodio Velázquez Aguirre, quien en la búsqueda de votos, aprovecha el fervor por el futbol y agarró la onda de llevar gente a La Diana, cada vez que juega nuestra selección en el mundial de Brasil y lleva templete, megáfono y todo para darse a notar. Lo malo del asunto es que en esta ocasión, con la “madrina” que le dieron nuestros “chicharitos” a Croacia, las cosas se le salieron de control al Secretario General del PRD estatal, y algunos fanáticos del futbol, tiraron la escultura de La Diana mientras Evodio se reía a carcajadas, de acuerdo a las fotos que circularon en redes sociales.


Al saber que el Ayuntamiento levantó una denuncia penal por estos hechos, Evodio ofreció una conferencia de prensa para deslindarse y obviamente: culpó a la autoridad municipal por presunta falta de previsión y hasta a los de obras públicas acusó porque según él, la estatua no estaba bien atornillada. El Alcalde Luis Walton no es un gobernante autoritario, por lo que respeta el derecho a manifestarse como se estila en todo México cuando nuestros futbolistas hacen una buena. Es por eso que la policía que ahora opera bajo el mando único, se limitó a establecer un operativo vial.
Total, todos tienen la culpa menos Evodio Velázquez, sobre la caída de La Diana. Ante las duras críticas que se le hicieron en las redes sociales donde lo califican como irresponsable y no calificado para ser un buen Presidente Municipal, el inmaduro político busca que el Ayuntamiento pague los platos rotos. Esto fue otro error, porque Evodio Velázquez participa en la coalición que llevó a Walton al poder municipal, además de que tiene a muchos de sus seguidores trabajando en el Ayuntamiento, que seguramente no desquitan su sueldo porque se la pasan haciendo proselitismo con Evodio en su asociación Evoluciona A. C.. El Teatrito de La Diana le saldrá caro en sus aspiraciones político-electorales, no cabe duda.
UNA CAMPAÑA SERIA
El otro firme aspirante perredista a la presidencia municipal de Acapulco para el 2015, Ángel Aguirre Herrera por su parte, ha optado por hacer labor de proselitismo a ras del suelo, estrechando el contacto directamente con el pueblo y con los habitantes del séptimo distrito que representa en el Congreso local. A sus treinta años de edad, el hijo del Gobernador Aguirre Rivero, es un político serio: no cacarea el huevo, pero ha realizado mucho trabajo entre la gente llevando apoyos y conviviendo con los grupos sociales para conocer y levantar la demanda ciudadana.
Por respeto a su Señor Padre, el Gobernador del Estado, Aguirre Herrera no se da baños de asiento, como otros aspirantes que hacen boruca y media buscando el voto ciudadano. Sin embargo, ya ganó dos elecciones (Diputado federal por Costa Chica y Local por Acapulco), es Licenciado en Ciencias Políticas y sabe capitalizar su experiencia como servidor público en el trabajo de base.  Se trata de un político joven pero sabe hacer las cosas, y conoce el valor de los tiempos.
UNA CABALLADA MUY FLACA
Por el lado del PRI de plano no existe un candidato de valor que pueda competir con la izquierda y ganar la elección como lo hizo Manuel Añorve Baños, quien logró el triunfo gracias a que Zeferino Torreblanca Galindo dividió a la izquierda enviando a Gloria Sierra por el PRD, quien no tenía posibilidades de triunfo, pero le atravesó el caballo con mucho éxito a Luis Walton, y lo tumbó a la mitad del río.
Los aspirantes actuales: César Flores Maldonado, el junior Rubén Figueroa Smutny, y la diputada Julieta Fernández, no tienen ninguna posibilidad; el primero porque nunca ha sabido establecer una auténtica alianza popular; el segundo, porque su apellido y trayectoria familiar no le caen nada bien al pueblo de Guerrero, y la diputada Julieta: por la pésima imagen que dejó su marido Manuel Añorve Baños, al saquear feamente el ayuntamiento porteño en su desmedida ambición por ser Gobernador; pero le falló: él no pudo tumbar del caballo a su primo Ángel.
FUNCIONARIOS DELICADOS
De manera inteligente, el Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero ha optado por no subirse al ring, luego de que el director del FONDEN, José María Tapia Franco, señaló que la administración estatal no ha puesto su parte de lo que le corresponde por los sismos. Seguramente el mandatario estatal arreglará el asunto en forma directa con el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, quien deberá meter en orden a sus des-colaboradores.
Tocó en esta ocasión a la Secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga, responder de manera oportuna, expresando una verdad amarga, pero al fin verdad: el gobierno federal no ha puesto la debida atención a cumplir el compromiso presidencial de reconstruir al Estado de Guerrero. Todos los programas en este sentido se encuentran atrasados pese a que han pasado nueve meses desde la contingencia ambiental que tantos daños ocasiónó en nuestra sufrida entidad.
Por su parte, el Delegado federal de Desarrollo Social, el guerrerense José Manuel Armenta Villegas (de los pocos delegados eficientes y trabajadores), respondió a pregunta de los reporteros sobre este asunto, y en forma prudente y respetuosa, dijo que el gobierno federal si está cumpliendo con la reconstrucción; pero supo reconocer que ciertos retrasos se deben al exceso de trámites, y mucha documentación convertida en burocratismo.
Si a los funcionarios federales no les gusta que la prensa local los cuestione por los retrasos de obra,  por la posible corrupción en que se puede incurrir porque los contratos se otorgan directamente en el centro y no se sabe a quién diablos benefician, mejor que no vengan a Guerrero.

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