Chilpancingo, Gro., septiembre 29 de 2014 (IRZA).- Estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa irrumpieron en la sede del Congreso local para exigir justicia para sus compañeros asesinados la noche del viernes 26 en Iguala. También lo hicieron para exigir a las autoridades de los tres niveles de gobierno la presentación con vida de 57 alumnos que se encuentran desaparecidos desde el mismo día los hechos. Los normalistas apedrearon la sede del Poder Legislativo. Destrozaron los cristales de fachada principal de la biblioteca “Siervo de la Nación”. Derribaron las rejas metálicas e irrumpieron en estampida.
Cerca del mediodía de este lunes los alumnos iniciaron una movilización del punto conocido como “El Caballito”, al norte de esta capital. Durante el trayecto pintaron consignas en edificios públicos y establecimientos comerciales.
Los estudiantes fueron acompañados por integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), dirigentes de organizaciones sociales y defensores de derechos humanos.
Alrededor de la una y media de la tarde, la Comisión de Gobierno del Congreso ordenó desalojar el personal por la movilización de los normalistas y para evitar ponerlos en riesgo, algunos legisladores también abandonaron el recinto.
Unos diez minutos después arribó el contingente al Palacio Legislativo y se apostaron alrededor del inmueble. Un grupo de normalistas realizó pintas sobre la fachada principal exigiendo justicia.
Mientras otro grupo colocó dos monigotes sobre el acceso principal a la sede y minutos más tarde les prendieron fuego. En el mitin exigieron alto a la persecución, criminalización y acoso en su contra.
También demandaron que los hechos ocurridos la noche del viernes 26 de septiembre no queden impunes, que se esclarezcan y se aplique todo el peso de la ley contra los responsables intelectuales y materiales.
Insistieron en la revocación de mandato contra el alcalde de Iguala, el perredista José Luis Abarca Velázquez, a quien responsabilizaron de los hechos. Afirmaron que seguirán en la lucha hasta conseguir justicia.
Cerca de las dos de la tarde, cuando parecían retirarse, los normalistas sacaron de los autobuses morrales con piedras y las arrojaron contra los cristales de biblioteca de la sede legislativa.
Un grupo más de normalistas ingresó a la biblioteca y prendió fuego a los libros y estantes, mientras otros estudiantes lanzaban piedras contra las puertas de cristal que no resistieron la embestida.
Reventaron los candados de la reja de acceso e ingresaron a la explanada y repitieron la operación. Los cristales y ventanales del lobby quedaron en añicos y derribaron la escultura de José María Morelos y Pavón.
Alrededor de las dos y media de la tarde los normalistas se retiraron con dirección a Tixtla a bordo de varios autobuses, mientras dirigentes sociales, magisteriales y defensores de derechos humanos hizo lo mismo hacia las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero. (www.agenciairza.com)
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